Marco Quilca León

Dos de septiembre de 2004. Lima se iba despidiendo del invierno con una derrota 3-1 ante Argentina por las Eliminatorias 2006. El partido de aquella fría noche en el Monumental de Ate dejó más que un sabor amargo por la derrota. Un mes después, el 9 de octubre, la selección peruana enfrentaría a Bolivia sin Flavio Maestri (expulsado) ni Claudio Pizarro (lesionado). Ante ese panorama, Paulo Autori llevó a La Paz al veterano Germán Carty, goleador de Cienciano, y a un joven Paolo Guerrero de 20 años que recién había sido ascendido al primer equipo del Bayern Múnich. A más de 3.600 m.s.n.m., el hoy goleador histórico de la ‘Bicolor’ debutó como titular, junto a su compadre Jefferson Farfán, con la ‘9’ en la espalda. Se la puso para no dejarla nunca más.