Paolo Guerrero y Vinícius Junior se juntaron en la concentración de Perú en Río de Janeiro. (Foto: Daniel Apuy, enviado especial de El Comercio)
Paolo Guerrero y Vinícius Junior se juntaron en la concentración de Perú en Río de Janeiro. (Foto: Daniel Apuy, enviado especial de El Comercio)
Julio Vizcarra Torres

Son las 6:30 de la tarde en Río de Janeiro y una camioneta negra se detiene en la puerta principal del hotel de la selección peruana. Un tipo delgado, con polo azul, gorra hacía atrás sin ajustar, con estilo de rapero y una sonrisa que se dibuja con facilidad, baja del auto e ingresa. Pasa desapercibido hasta que alguien le pregunta a Yotún quién es y el volante le responde: “¡Vinícius Junior!”.

De pronto todo cambia en el lobby. Las cámaras de la prensa se centran en el atacante del Real Madrid, quien ni se inmuta y charla entre risas con Miguel Trauco, su ex compañero en Flamengo. Sin embargo, la joven estrella brasileña llegó para desearle suerte al embajador de Perú en Brasil: .

Así finalizó el encuentro entre Guerrero y Vinícius en Río. (Foto: Daniel Apuy - Enviado especial de El Comercio)
Así finalizó el encuentro entre Guerrero y Vinícius en Río. (Foto: Daniel Apuy - Enviado especial de El Comercio)

Con una camiseta del Real Madrid en mano y, ante la ausencia de Paolo y la presencia de Trauco, se pensó que Vinícius había llegado para darle ese obsequio al lateral izquierdo. Pero fue el mismo brasileño quien se encargó de decirle a todos que estaba reservado para el ‘9’.

Mientras esperaba que llegara Guerrero, Vinícius Junior atendió a todo el que se le acercó. Siempre con una amplia sonrisa, el jugador del Madrid se tomó una infinidad de fotos con la amabilidad y paciencia de un niño que vive feliz, solo preocupándose por divertirse.

De pronto hizo su aparición Paolo y Vinícius fue más que nunca el chico de 18 años. Con una mirada de admiración saludó al artillero nacional y la tertulia empezó. Con intercambio de camisetas incluido -las de Real Madrid y Perú- la noche de Río en el hotel Hilton siguió su curso eclipsado por este inesperado encuentro que lo único que hizo fue ratificar lo que es Guerrero en Brasil. Vinícius, un crack de presente y futuro, joya del Real Madrid, olvidó su rutina para saludar a Paolo.

“Paolo es un gran amigo que me ha enseñado mucho. Le deseo suerte contra Brasil y contra todos, pero voy a alentar a Brasil”, comentó entre risas el atacante a la prensa peruana antes de esperar su movilidad fuera del hotel, ante el asombro de los primeros hinchas que llegaban para el banderazo.

Y como Vinícius está lleno de felicidad, siguió complaciendo a los hinchas, sin importar las conversaciones de WhatsApp que mantenía en ese momento. De hecho, este galáctico que vive con los pies pegados al suelo, no tuvo reparos en lanzar el celular, como si fuera un balón, cada vez que un fanático le pedía inmortalizar el momento. Una experiencia de otro planeta.

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