Raúl Ruidíaz ha anotado cuatro goles con la selección. (Foto: agencias)
Raúl Ruidíaz ha anotado cuatro goles con la selección. (Foto: agencias)
Juan Miguel Jugo Rebaza

no tuvo la noche que hubiera deseado en el partido frente a Chile. A pesar del triunfo de la , el delantero nacional no se escapó de las críticas de los hinchas por haber fallado claras ocasiones de gol. A pesar de ello, Ricardo Gareca le ha brindado su respaldo afirmando que "hizo un trabajo táctico muy importante para que Chile no pudiera progresar en el campo”. Alabó también su entrega y optimismo.

Y Gareca vuelve a tener razón. Las funciones de Ruidíaz no son similares a las de Guerrero, ambos tienen distintas características. Paolo tiene más capacidad para chocar con los defensas, posee juego aéreo, puede de controlar de espaldas y girar. Su corpulencia y altura le permiten sacar ventaja de esa forma.

Con Raúl no pasa eso, él necesita salir más del área para poder generar peligro, además como señala el técnico, puede retrasar la salida rival. Aunque ello signifique perder opciones por medio de centros y balones frontales que serían opciones con Paolo. Es más parecido a Farfán, quien cumple tareas ofensivas, sin ser un delantero centro neto.

Su éxito depende más de lo que hagan Cueva, Carrillo, Flores y hasta el mismo Yotún. Esta situación se vio en el amistoso ante Islandia: poco juego aéreo y más toque a ras de piso. En ese partido, Ruidíaz pudo anotar su cuarto y último gol con la selección nacional en 32 presencias, de las cuales solo fue titular en 7 encuentros según datos de Soccerway, en los demás ingresó.

Otro factor importante por resaltar es que Raúl forma parte del pequeño número de centro delanteros que tenemos: Guerrero, Farfán, Reyna y Sandoval, aunque los dos últimos hacen juego más por las bandas. Después de ellos no hay otro ‘9’ con la continuidad deseada por el “Tigre”. Pizarro tiene 40 años y está cerca del retiro; Da Silva, Bulos ni Succar juegan en sus clubes y así es difícil que sean considerados.

Por lo que ser duro con Ruidíaz es un exceso. Seguimos con el síndrome del penal fallado por Cueva buscando culpables de los errores de la selección. Gareca está libre de ello por haber clasificado al Mundial con Perú, pero si no fuera así, quizá todos estarían encima suyo. El foco de críticas es ahora hacia “la pulga”, que, si bien podría afianzarse mejor con la selección, es de las pocas buenas referencias en área que tenemos.

Qué hubiera sido de Chirinos cuando no pudo aguantar el remate de Gareca en la eliminación del Mundial México 86 o de Juan Reynoso ante Chile aquel 12 de octubre de 1997, en la terrible noche que padeció la selección en Santiago, con la ola de críticas en redes sociales, es seguro que hoy serían villanos.

No tenemos buena memoria. Hoy pocos recuerdan la virtuosa aparición de Ruidíaz ante Venezuela cuando parecía el partido perdido y el gol polémico ante Brasil en una victoria histórica. No es conveniente compararlo con Paolo, ni con Jefferson, pero si sería bueno que comience a tomar un mayor protagonismo en la selección.

Tiene 28 años y llegaría a Qatar con 32, edad en la que ya debe estar consolidado con la blanquirroja si es que no aparecen nombres nuevos.

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