Si hay un jugador que es indiscutible mérito de esta gestión, ese es Yoshimar Yotún. Me refiero al Yotún volante, porque el Yotún lateral ya nos lo había presentado Sergio Markarián en las Eliminatorias pasadas. El zurdo poco a poco se ha vuelto indispensable para la volante de Perú, básicamente por dos virtudes: corta bien y distribuye rápido. Su capacidad adicional de pisar el área lo despega de un armador tradicional como Carlos Lobatón, por ejemplo.
El punto es que Yotún ha faltado en tres derrotas importantes del ciclo Gareca. No jugó contra Colombia en la copa (caída por penales), tampoco en La Paz ante Bolivia (caída 0-2) y fue ausencia anoche contra Chile (caída 1-2). En todos los casos perdimos, y en todos los casos hubo serios problemas para reemplazarlo. El caso más llamativo se dio en la previa del Chile vs. Perú. Gareca armó la lista pero no contó con jugadores del tipo Yotún. De hecho, sus opciones eran diametralmente opuestas. Lobatón ofrecía pase y armado, pero no dinámica y ritmo. Pedro Aquino ofrecía más quite, pero no tenía el desdoble en ataque del que sí goza Yoshimar. Puesto a elegir, Gareca puso a Lobatón en el primer tiempo, pero con tan malos resultados que debió recurrir a Aquino antes de que llegue el entretiempo. El jugador de Cristal no desentonó, pero estuvo lejos de ofrecer ese primer buen pase que da Yotún en salida. Es más un obrero que un artista con capacidad de asistencias.
Nadie dice que con Yotún se hubiera ganado, pero sí es un hecho que es un titular sin reemplazo fijo. Por su edad y proyección parece el socio ideal de Renato Tapia en el medio, pero está siendo una constante que Gareca no sepa qué hacer cuando no lo tiene habilitado entre sus once.
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— El Comercio (@elcomercio) 12 de octubre de 2016