
Inició una nueva era que tiene fecha de caducidad establecida. Este martes, Óscar Ibáñez fue oficializado como entrenador interino de la selección peruana y estuvo acompañado de Agustín Lozano, presidente de la FPF; Maximiliano Vizzio y Juan Pajuelo, integrantes de su comando técnico. En lo que fue una conferencia escueta pero muy clara, Ibáñez se mostró convencido de que la ilusión por clasificar al Mundial no se ha ido y que confía en sus capacidades para poder hacer que este equipo muestre una mejor versión en los partidos restantes. Asimismo, aclaró algunas dudas como el tiempo de su vínculo y qué decisiones ya viene tomando al mando de la ‘bicolor’.
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Los puntos clave
Se dice que una de los aspectos positivos de encontrarse en una muy mala situación es que posiblemente todo lo que le siga sea para mejor. Para Óscar Ibáñez, exarquero de la selección nacional e integrante de los comandos técnicos de Sergio Markarián y Ricardo Gareca, todo lo que venga para el equipo de aquí en más tiene que ser mejor.
Así lo hizo saber cuando ingresó a la sala de reuniones del hotel Hyatt para tener su primer acercamiento con la prensa como entrenador interino de la selección. Apenas en las primeras oraciones que pronunció dejó en claro que su motivación no se inclina hacia la resignación, sino hacia el intento de hazaña: “Estamos muy felices y muy entusiasmados de clasificar (al Mundial). Estamos convencidos, creemos en los jugadores, en los hinchas. Somos hombres de retos y estamos confiados en que podemos clasificar (al Mundial). Así me lo hicieron notar los jugadores”, empezó diciendo.
Asimismo, al ser consultado sobre sus aptitudes para asumir el cargo, Ibáñez afirmó que, si bien ha sido contratado para ser entrenador interino, sí se siente con suficiente trayectoria para encargarse de dicha labor: “Para mí es una ventaja relevante para mi conocer lo que significa una Eliminatoria, conocer a los jugadores, saber la rebeldía que tienen. Después fue la comunicación que he tenido con cada uno de ellos. No he podido hablar con todos, pero sí con la mayoría. Y ellos están convencidos de que todavía se puede”.
A su lado, Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, fue parte de la presentación y en todo momento afirmó que, si bien la elección de Ibáñez fue hecha por la Junta Directiva, él también ha depositado toda confianza en esta apuesta y es gran responsable de este nombramiento. Más allá de su pequeño discurso introductorio previo a la ronda de preguntas, Lozano no tuvo mayor contacto con la prensa.

Sin duda, uno de los temas que tenía que ser tocado era el del retiro de Paolo Guerrero, quien confirmó que jugó su último partido ante Argentina. Para sorpresa de muchos presentes, Óscar Ibáñez contó que ya conversó con el futbolista de 41 años y que ambos coinciden en que su despedida debe darse de una mejor manera. Por esa razón, contará con él en la siguiente fecha doble de marzo.

“Con Paolo Guerrero tuve la posibilidad de hablar justamente ayer para preguntarle cómo estaba de la lesión. Gracias a Dios no fue tan grave de lo que parecía. Paolo está jugando el torneo más importante de la Conmebol, que es la Libertadores. Está competitivo. Cuento con él porque representa mucho para el grupo y para los rivales. Él se merece una mejor foto y está convencido de que todavía se puede”, indicó Ibáñez con todo pausado y siendo cuidadoso de no revelar de más sobre la conversación que tuvo con el ‘Depredador’.
En tanto al plano netamente futbolístico, Ibáñez sostuvo que una de sus primeras decisiones es el cambio de sistema. Como se recuerda, la línea de tres implantada tanto por Juan Reynoso como por Jorge Fossati no dieron resultados y esta vez se probará regresar a la línea de cuatro: “Por empezar, tenemos tres centrales menos: Miguel (Araujo) y Carlos (Zambrano) están suspendidos, Alexander (Callens) está con un tema de salud. El sistema es irrelevante si se juega con tres o cuatro defensa. Creo que a Perú le sienta bien la línea de cuatro, pero eso no quiere decir que nunca se vuelva a jugar con línea de tres. Pero es momento de asumir riesgos, de tomar la iniciativa, sin desmerecer ni cuestionar lo que se hizo antes. Pero es algo que siento que le acomoda a la selección, a este tipo de jugadores, así que seguramente volveremos a la línea de cuatro”.
Al ser consultado sobre cuál será su plan de trabajo considerando que resta apenas un mes y una semana para el duelo ante Bolivia, Ibáñez le respondió a El Comercio que él y su comando técnico ya han empezado a trabajar desde la semana pasada y que tienen en mente el llamado de nuevos nombres: “Nosotros ya nos pusimos a trabajar desde el día viernes en La Videna, estamos empapándonos de un montón de situaciones. En cuanto a sumar chicos es importante, la idea es que en cada convocatoria estén los mejores sin importante la edad, y también sumar algunos chicos que nosotros vemos con un presente y una proyección importante”.
En la misma línea, Ibáñez dejó muy abierta la posibilidad de que se puedan ver a más juveniles y que, sobre todo, tengan más chances de jugar considerando que la urgencia no solo está presente en esta recta final de Eliminatorias, sino de sentar bases de cara al Mundial 2030: “Hay chicos interesantes, seguramente lo van a ver en la próxima convocatoria, no es que nos vamos a llenar de jugadores nuevos, pero sí hay chicos que creemos que tienen la posibilidad de mantener el nivel de competencia y ser una alternativa importante”.
El camino de Ibáñez
El exportero argentino nacionalizado peruano de 57 años hará su debut como entrenador interino de la selección peruana este 20 de marzo ante Bolivia y luego le tocará visitar a Venezuela. En la siguiente fecha doble de junio recibirá a Colombia y visitará a Ecuador. En la última jornada a jugarse en setiembre, le tocará ir a Uruguay y recibir a Paraguay en Lima.