Un enfermo del fútbol, en el buen sentido de la palabra. Un entrenador excesivamente apasionado con lo que hace. Ese es Juan Reynoso, el hombre que dejó una enorme huella en el balompié peruano desde el banquillo. En su primera experiencia como técnico, supo salir campeón con un modesto equipo como el Bolognesi (Torneo Clausura 2007). Después siguió con sus éxitos en Universitario, tuvo un discreto paso por Juan Aurich y Sporting Cristal, se consagró definitivamente con Melgar y, finalmente, se hizo cargo unos meses del Real Garcilaso. En medio de todo ese trayecto, el ‘Cabezón’ dejó no solo muchas impresiones en los jugadores que dirigió, sino también muchas anécdotas que hoy valen la pena recordar.

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