La selección peruana quedó fuera del Mundial Sub 17 al ocupar el quinto lugar en el hexagonal final del torneo.
La selección peruana quedó fuera del Mundial Sub 17 al ocupar el quinto lugar en el hexagonal final del torneo.
Pedro Canelo

Gabriel Mentrup cumplió 17 años el último 16 de enero. De madre peruana y padre alemán, este muchacho nacido en Berlín aplicaba para integrar el plantel de la Blanquirroja en el último Sudamericano de la categoría. Vino a Lima, se probó en Videna y demostró muchas condiciones como extremo izquierdo. Carlos Silvestri, el técnico, comenzaba a convencerse de incluirlo en la nómina final del torneo continental, pero una lesión en el tabique, en una jugada de balón parado, despertó la duda. ¿Apurar su recuperación o llamarlo en otra oportunidad? Estábamos en los primeros días de este año, Perú aún conservaba la sede del Mundial Sub 17. La rehabilitación de Mentrup podía esperar. No había apuro. Un mes después, ese equipo, que entrenaba con tranquilidad en el complejo de la Federación Peruana de Fútbol, se convirtió en una sala de emergencias.

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En febrero, la FIFA le comunicó a la FPF que le quitaba la localía mundialista. La principal razón fue porque el Estado peruano no pudo ofrecer garantías para la exoneración de impuestos en los gastos de todos los invitados que iban a llegar al Perú. Desde Zúrich, en su contundente carta, la llamaron "la garantía número ocho".

¿Cuánto afectó este revés dirigencial a la selección peruana Sub 17? ¿Tuvo que ver con esta eliminación de la Copa del Mundo en Brasil? El daño a este grupo fue deportivo y anímico. El comando técnico de Silvestri había diseñado un plan de preparación que culminaba en noviembre, con la participación mundialista asegurada como sede del torneo. Es decir, el pico de rendimiento iba a ser alcanzado en esta fecha y el Sudamericano iba a ser un termómetro parcial que, al perder la condición de anfitriones, cambió hasta ser un medidor definitivo de este proceso. Jugadores como el peruano-germano Mentrup y el anglo-peruano Alexander Robertson (juega en el Manchester City) podían esperar unos meses para acoplarse al cuadro bicolor. Con Mentrup se prefirió no correr con su recuperación -a pesar de haber llenado los ojos de Silvestri- y con Robertson se aceptó el pedido de la madre, quien explicó que querían esperar un poco más de tiempo hasta convencerse de que Alex no iba a estar en los planes de la selección inglesa.

Los muchachos de la Sub 17 luego de confirmarse la eliminación mundialista en el estadio de la Universidad San Marcos.
Los muchachos de la Sub 17 luego de confirmarse la eliminación mundialista en el estadio de la Universidad San Marcos.

Y en lo anímico, el trabajo extra fue del psicólogo Giacomo Scerpella, quien tuvo que cambiarles el chip en pocas semanas a estos muchachos para mirar el Sudamericano ya no como preparación, sino como su prueba final. Todo eso en solo un mes y con chicos entre 16 y 17 años. ¿Es posible decir que todo esto no afectó al grupo?

Volvamos a la pérdida de la sede del Mundial. Hay malas decisiones que no se deben repetir. Si la última gestión, con Edwin Oviedo a la cabeza, sabía que esta organización iba a acrecentar la crisis económica en Videna. ¿Por qué Oviedo le presentó la candidatura a Gianni Infantino con esa sonrisa jacarandosa en la sala de reuniones del Swissötel? ¿Se hizo un profundo estudio de factibilidad para el torneo? Todo indica que no fue así.

La Federación Peruana de Fútbol se apresuró hace un año y, cuando más necesitaban el respaldo del Estado, aparecieron los audios de la vergüenza con Oviedo como protagonista. Desde el gobierno decidieron tomar distancia con él, tanto así que el ex Ministro de Educación, Daniel Alfaro, nos declaró en el pasado octubre que "Oviedo debía dar un paso al costado".

¿Cómo se iba a avanzar con la organización del Mundial si el Minedu no podía reunirse con las cabezas de la Federación? El paso al costado de Oviedo nunca ocurrió y tuvo que ser una prisión preventiva -por el caso de Los Wachiturros de Tumán- la que determine, finalmente, su salida de Videna. Para el Mundial Sub 17 ya era demasiado tarde.

Mara Seminario, presidenta del Comité Organizador Local del Mundial Sub 17, programó reuniones a contrarreloj con Alfaro. Lo primero que se consiguió fue incrementar el presupuesto en deporte con el objetivo de cubrir los 180 millones de soles para habilitar los seis estadios que iban a ser escenarios en el Mundial. Ese visto bueno se logró en minutos de descuento. Aún faltaba una jugada maestra más para ganar este partido. Y lo que vino después solo fueron autogoles.

Agustín Lozano, ya como presidente en funciones de la FPF, viajó hasta Zúrich en enero para llevar un mensaje que podría resumirse en un "no tengo plata para organizar el Mundial". En FIFA comenzó la preocupación y todo comenzó a revisarse con más cuidado. Allí concluyeron que desde el Estado se había incumplido con ofrecer las ocho garantías que se pide para organizar eventos con normas FIFA.

Se completaron siete y faltó la octava: la exoneración de impuestos para aquellos que llegaran al país para participar en la Copa del Mundo Sub 17. El ex Ministro Alfaro argumentó que esa garantía número "8" demoró porque el Ejecutivo tenía que gestionar un Proyecto de Ley que viabilice esa exención de impuestos. Ya la FIFA no podía esperarnos más. Terminado el tiempo suplementario, Infantino hizo sonar el pitazo final y nos sacó tarjeta roja. En febrero, la sede del Mundial pasó a manos de Brasil.

Quizá esos mismos dirigentes del fútbol y esas mismas autoridades del Estado hubieran sido los primeros en tomarse las fotos con los chicos si es que anoche clasificaban al Mundial. Iba a ser el medicamento para curarlos de tantas malas decisiones al asumir la organización de la Copa del Mundo Sub 17.

Hoy, después de haber ocupado el quinto lugar en el hexagonal del torneo, las miradas se centrarán en Carlos Silvestri, en Daniel Ahmed o en algunos de los muchachos de la selección.

Cuestionaremos un proceso de casi cuatro años que, de a pocos, está logrando descentralizar la formación de futbolistas de alta competencia. Cuestionaremos si Pinto debió arrancar ante Chile o si Grimaldo debió definir antes en el último segundo ante Uruguay.

Pensaremos en goles fallados y no en los autogoles que llegaron desde casa. Esta selección Sub 17 comenzó el torneo con el marcador en contra e intentó reponerse con mucho amor propio. No los perdamos de vista, que la inversión en menores no sea mezquina. Los Celi, Burlamaqui, Sandi, Llontop y todos los demás van a tener una segunda oportunidad tarde o temprano. La revancha, hay que decirlo, solo será de ellos.

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