Paolo Guerrero jugó hasta un Mundial, pero nunca pudo jugar un sudamericano sub 20 con la selección peruana.
Guillermo Oshiro Uchima

A su temprana partida al fútbol europeo le dejó un check pendiente con : disputar el . Recalar en el Bayern Múnich en setiembre del 2002, luego de pasar con éxito unas pruebas en mayo, generó un conflicto entre Alianza Lima y el representante del jugador, Carlos Delgado. Mientras que los íntimos pedían ser parte de las negociaciones, el agente consideraba que el club victoriano solo debía recibir un monto por derechos de formación porque no tenía contrato profesional con su representado.


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Así, sin haber jugado un solo minuto en Primera División y con 18 años -incluso Franco Navarro, técnico blanquiazul de aquel entonces, bromeó con que Paolo iría al Bayern “a matar cucarachas”-, Guerrero partió a Alemania. En ese ínterin, el reclamo blanquiazul llegó hasta la Federación Peruana de Fútbol, presidida por Manuel Burga, que optó por ‘congelar’ al goleador hasta solucionar el impasse. La medida perjudicó a la selección Sub 20 que se preparaba para disputar el Sudamericano del 2003 en Uruguay.

“Me dolió cuando lo separaron. La federación creyó en el argumento de Alianza y me mandó una carta para separarlo por indisciplina”, explicó César ‘Chalaca’ Gonzales, técnico de la Sub 20 que soñaba con que el ‘9’ hiciera dupla con Jefferson Farfán nuevamente para repetir el éxito dorado de los Juegos Bolivarianos con la Sub 17 en Ambato, Ecuador, dos años atrás. “Tanta falta me hace Paolo que en mi equipo son él y diez más”, comentó un desesperado ‘Chalaca’ un par de meses antes del torneo al ver mermada la efectividad ofensiva de su selección.

Desde Alemania, ya habilitado por la FIFA para jugar por el equipo regional del Bayern, Paolo Guerrero manifestaba su deseo por disputar el torneo en Uruguay. “Espero incorporarme pronto al equipo de ‘Chalaca’. Me muero de ganas por jugar”, fue el mensaje del ‘9’ que no tuvo eco en La Videna. La FPF mantuvo el castigo para el atacante.

Paolo Guerrero no fue a Uruguay en enero del 2003 y ‘Chalaca’ debió recurrir al ‘Zorrito’ Wilmer Aguirre como reemplazante titular. Además, contó con dos comodines ‘extranjeros’: Gianfranco Labarthe, por aquel entonces en el Huddersfield Town de Inglaterra, y Juan Diego Gonzales Vigil, quien regalaba dos años y militaba en el Lokomotivi Tbilisi de Georgia. ¿El resultado? Perú perdió sus cuatro partidos ante Brasil, Uruguay, Bolivia y Ecuador, recibió 11 goles y solo convirtió 3, dos de ellos de penal vía Farfán y otro de ‘Solanito’ Guevara. Hasta el día de hoy ‘Chalaca’ sigue lamentando esa ausencia de Guerrero. Y al goleador le quedó una materia pendiente con la Sub 20.

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