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(AFP)
Marco Quilca León

“Creo, no, no lo sé, que ha sido el mejor partido de mi vida”, dice una tímida en la premiación. Aún no puede creer lo que logró: venció sin problemas la legendaria en la final de (6-2, 6-2 en un partido que duró apenas 52 minutos) y se convirtió en la primera rumana en ganar el torneo. Además, sumó su segundo título de Gran Slam.

Simona, de 27 años, mostró un gran juego. Fue rápida, agresiva, precisa, implacable con su saque y eficaz con sus respuestas. Fue una verdadera pesadilla para la estadounidense que buscaba ganar su vigésimo cuarto título de Gran Slam e igualar el récord de la australiana Margaret Court, pero lo que se llevó fue una derrota que le costará olvidar.

El título de Wimbledon es el segundo gran trofeo para para la tenista que tiene como ídolo a Roger Federer. La ganadora del Roland Garros 2018 recibió un consejo del suizo en la víspera de la final. “Tienes que tener la mentalidad ganadora y no decir ‘estoy feliz de estar en la final, es Serena, no tengo ninguna posibilidad’”, le dijo Su Majestad. Ella hizo caso. Y ganó en una superficie que jamás había tocado cuando practicaba el tenis en su país. “Ni siquiera tenemos una pista, una pista de hierba, en Rumania”, afirmó con una sencillez digna de admirar.

Simona Halep y Roger Federer. (Foto: Difusión)
Simona Halep y Roger Federer. (Foto: Difusión)

Halep ha demostrado determinación y trabajo constante a lo largo de su carrera. El año pasado ganó su primer Grand Slam en Francia después de haber perdido sus tres anteriores finales en grandes torneos. Antes que ella, solo otra jugadora rumana, Virginia Ruzici, que ahora es su representante, había ganado uno de los torneos principales, en París en 1978. Simona ha hecho historia y te traemos las mejores imágenes de una jornada inolvidable en la fotogalería que se encuentra arriba del texto.

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