El conjunto de Tite enfrenta este sábado (2 p.m.) a la selección peruana en la tercera fecha de la Copa América 2019. (Foto. AP)
El conjunto de Tite enfrenta este sábado (2 p.m.) a la selección peruana en la tercera fecha de la Copa América 2019. (Foto. AP)
Kenyi Peña Andrade

En una en la que Venezuela le robó puntos al local , y Qatar fue animador, pensar en que la selección peruana puede conseguir vencer al Scratch no suena tan disparatado. Es cierto que históricamente es abrumadora la superioridad del cuadro dirigido por Tite (tres triunfos peruanos contra doce de los pentacampeones mundiales y tres empates en este torneo),  y el último antecedente es una goleada en contra (5-0), pero en una final, como dicen, es otra película.Como previa a este trascendental duelo que consagrará al nuevo campeón de América, revisamos cuatro mitos que se han construido alrededor de esta versión de la verdeamarela.


1) No es verdad que es favorito por ser local. Sí, es cierto que jugar en casa representa un plus, pero hay selecciones que se sienten más cómodos en su fortín que el equipo de Coutinho y compañía. Ante Bolivia golearon pero se fueron pifiados por su propio público, mientras que en la igualdad ante la Vinotinto, como era de esperarse, tampoco fue la excepción. La torcida brasileña es más exigente que otras fanaticadas, no le satisface otra cosa que no sea obtener las tres g: ganar, golear y gustar. Si hay señales que el partido no por ese camino, la gente en las graderías empieza a abuchear a sus propios jugadores. La presión también es para el anfitrión, no solo para Perú. Recordemos que el fantasma del Maracanazo sigue estando presente cada vez que el Scratch debe jugar en casa.

La hinchada brasileña se hace sentir en cada encuentro de su selección. (Foto: AP)
La hinchada brasileña se hace sentir en cada encuentro de su selección. (Foto: AP)

2) Es mentira que sin Neymar pierde peso ofensivo. Nadie puede negar la calidad que posee el ex Barcelona; sin embargo, hace tiempo que pasó de ser una estrella a un jugador que va camino a estrellarse por sus constantes indisciplinas y lesiones. Sin el individualismo de este Neymar, quien no es precisamente el del Barcelona, el cuadro de Tite crece en lo colectivo, es más aplicado tácticamente, por decirlo de alguna forma. La figura de ‘Ney’ es tan grande que deja sin mayor protagonismo al resto de sus compañeros. Las pelotas deben pasar por sus pies. Sin él esto cambia. Los jugadores se sienten más responsables, más dueños del equipo y, por ende, aparecen con mayores luces. Además, es un despropósito minimizar a Coutinho que está en racha goleadora, al contundente Firmino, al habilidoso Richarlison, al potente Everton o a los gambeteadores Willian y Neres. Sin Neymar, igual Brasil tiene armas de sobra para herir a cualquiera.

Neymar se perdió la Copa América por lesión. (Foto: AP)
Neymar se perdió la Copa América por lesión. (Foto: AP)

3) Hasta antes del gol de penal de Coutinho, Bolivia era incómodo para . El cuadro altiplánico le creó problemas en dos aspectos: aglomeró mucha gente atrás y se asoció muy bien en el medio. Luego del primer sofocón en el que, como se esperaba, el anfitrión iba a salir a devorárselo en base a presión, después las aguas se calmaron. Brasil te deja elaborar hasta tres cuartos del campo, la zona minada para construir recién comienza en la posición de Casemiro. Los atacantes y el mismo Arthur no sienten la marca ni son tan agresivos para recuperar el esférico, les cuesta mucho ponerse el overol. Brasil es ordenado, disciplinado en lo táctico, pero te deja pensar más que Uruguay o Colombia, por ejemplo. Busca recuperar el balón más por un buen posicionamiento en el campo, anticipación y con buena lectura de juego que por pressing.

Brasil goleó a Bolivia por la primera jornada del Grupo A de la Copa América 2019. | Video: América TV

4) Si los desvestimos del glamour que poseen, de los cuatro del fondo brasileño solo Thiago Silva tiene chapa de jugador top. Marquinhos es cumplidor y no es del todo confiable. Que juegue en el PSG no debe provocar que se lo mire como si estuviera al mismo nivel de Matthijs de Ligt o Virgil van Dijk. Ni de broma se acerca a lo que fue el rápido Lucio o a los rocosos Roque Júnior, Alex, Juan, o el mismísimo David Luiz. Por los costados también da licencias. Los mejores tiempos de Dani Alves ya pasaron. El lateral mantiene la técnica y su calidad, pero perdió ferocidad y velocidad con los años. Y Filipe Luis es un lateral sobrio que suele cerrar su zona muy bien, pero no es descabellado pensar que Luis Advíncula o el mismo André Carrillo en una buena tarde lo puedan pasar en base a velocidad.

tiene historia, títulos y buenos jugadores, eso es innegable, pero el fútbol tiene ejemplos de sobra en el que los más pintados acaban con los crespos hechos en una final. El país entero espera un nuevo batacazo.

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