Las mujeres han tenido un rol fundamental en la historia del cine, pero en algunas categorías de los premios Óscar –el mayor referente de la industria cinematográfica– tuvieron una prolongada ausencia.
El Comercio analizó data histórica de la Academia y encontró que entre 1929 (fecha de la primera gala) y 1976 ninguna cineasta fue nominada a mejor director, una de las categorías con mayor prestigio.
“Desde el cine mudo, siempre ha habido directoras, pero en ese momento no tenían ese peso ni reconocimiento; algunas se han revalorizado en años posteriores. En dirección, por lo menos, eran menos y predominaban los hombres, pero sí tenían labores técnicas muy importantes, como encargadas de montaje e incluso guionistas”, explica Enrique ‘Kiko’ Silva, crítico y periodista especializado en cine.
A la fecha, solo 10 mujeres fueron nominadas en la referida categoría, seis de ellas desde el 2010. Este año, Coralie Fargeat participa en la contienda por su filme “La sustancia”.
Las ganadoras han sido tres, todas en el siglo XXI: Kathryn Bigelow por “Zona de miedo” (2010), Chloé Zhao por “Nomadland” (2021) y Jane Campion por “El poder del perro” (2022).

Cambio de preferencias
El análisis también muestra que después de la década de 1960 hubo una importante reducción en la duración de las cintas nominadas a mejor película. No obstante, se observa también en el presente siglo –y sobre todo en la vigente década– una tendencia al crecimiento.
El año pasado, por ejemplo, la ganadora en esta categoría fue “Oppenheimer”, un filme de 180 minutos. Y para esta gala, una de las nominadas es “El brutalista”, una película de 215 minutos.
”Las películas más largas generalmente son las que llamamos de autor, porque las supercomerciales tienen el estándar de máximo dos horas, el cual se mantiene. Pero, en parte, este aumento del metraje podría estar relacionado con el crecimiento del consumo de series gracias al ‘streaming’, que ha hecho más común maratonear series durante varias horas”, comenta Inés Fernández, comunicadora especializada en cultura y creadora de la plataforma Inés.te.cuenta.
Cuestión de confianza
Por otro lado, la data de la Academia evidencia un aumento sostenido a través del tiempo en la edad de los nominados en tres de las categorías más relevantes de los premios: mejor director, mejor actor y mejor actriz.
En el caso de los cineastas, el promedio de edad de los competidores a mejor director pasó de 30 años en la primera gala a 54 años en la de este año.
“Muchos directores han hecho sus mejores películas ya de mayores. Creo que la madurez del director es importante e influye mucho. Claro que hay excepciones, pero hablamos de una constante”, destaca Silva.
Para Fernández, la confiabilidad juega un rol clave: “Las productoras que invierten millones de dólares en una película deben sentir confianza. Cuando más experiencia tiene un director, genera más confianza y es probable que tenga proyectos más grandes”.
En tanto, la edad promedio de los nominados a mejor actor era 34 años a finales de la década de 1920 y actualmente es 47 años. En cuanto a mejor actriz, el cambio fue de 37 años a 47 años en el mismo período.
Finalmente, Silva y Fernández coinciden en que si bien los Óscar son premios importantes para la industria cinematográfica, el cine va mucho más allá: existen películas y propuestas notables fuera de los muros de Hollywood.