(Foto: El Comercio)
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Marcela Mendoza Riofrío

La es más que un slogan de moda, es un proceso de cambio que implica ir digitalizando el funcionamiento de las organizaciones. En nuestro país varios lo están intentando, pero solo el 1%, según los analistas, ya esta metido de lleno en el proceso.

Uno de los pasos que forman parte de esta transformación pasan por la emisión de comprobantes de pago y facturas electrónicas. está metida de lleno en la tarea y tiene un cronograma que se viene cumpliendo. Sin embargo pocas cuentan con procesos de verificación y auditoria digital para dichos documentos electrónicos.

Según el MEF hay dos mil grandes empresas metidas en la facturación electrónica, pero para el 2018 esto deberá ser una práctica ordinaria en 100 mil compañías y para el 2021 abarcará a todo el mercado, es decir dos millones de entidades, desde grandes hasta pequeñas.

A la par de la implementación de esta modalidad de facturación las compañías deben modificar sus contabilidades y digitalizar las auditorías para evitarse contratiempos, destacó Jesús Capcha, director de Finacont Corp.

Según sus estimaciones, de ese total de 2.000 empresas grandes que ya usan facturas electrónicas, sólo un 20% (400) ya cuentan con aplicativos que permiten auditar la validez de los documentos emitidos y recibidos.

Si bien en número son pocas (0,6% del total nacional), en términos de volúmenes facturados representan una cuota importante de las recaudaciones, casi las dos terceras partes (76,5%) y por tanto resulta vital poder evitar fallos en su ejecución.

Capcha recalcó que antes de emitirse estas facturas se debe auditar la validez y exactitud de los comprobantes para evitar una posterior fiscalización y multas de la Sunat.

Estos procesos, especificó, se pueden hacer en forma automática (en tiempo real) usando herramientas digitales (software especializado) creadas especialmente para la verificación interna de las transacciones electrónicas.

Esto es algo diferente de las soluciones gratuitas para emitir facturas del portal de la Sunat o de los proveedores de servicios PSE (se paga por cada factura emitida) o del software de facturación electrónica (a cargo de cada empresa). Es un software o sistema adicional que se compra o alquila como servicio para evitar contratiempos, resaltó.

Si bien el problema se agudizará en 2021 cuando todos estén obligados a usar comprobantes de pago digitales, desde ya urge tomar precauciones, dijo, pues según su experiencia hay mas probabilidad de inconsistencias cuando se trata de empresas con grandes volúmenes de compra y venta o se tienen muchas sucursales o puntos de venta descentralizados.

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