Actividad económica cerró el 2022 con una marcada pérdida de dinamismo
Actividad económica cerró el 2022 con una marcada pérdida de dinamismo
/ JULIO REAÑO
Redacción Economía

La actividad económica creció 0,9% interanual en diciembre, la lectura mensual más baja del año 2022 e inferior a la que anticipó el consenso de analistas consultados por Bloomberg (1,2%), según análisis macroeconómico del BBVA Research.

Según el informe, lo que más destacó fue el comportamiento del PBI no primario, que en los últimos reportes venía mostrando tasas de expansión interanual cercanas a 2%, pero que en diciembre se estancó en un contexto de convulsión social y condiciones para el gasto privado que no son las más favorables (tasas de interés al alza, elevada inflación, confianzas deprimidas). La manufactura no primaria, por ejemplo, retrocedió significativamente (-8,1% interanual) y se moderó el avance de comercio y servicios (a 1,8% y 4,6%, respectivamente, comparado con 3,0% y 5,4% en la lectura de noviembre).

Por otro lado, el componente primario del PBI registró una expansión de 5,4% gracias al buen desempeño de la actividad minera, apoyada en la producción cuprífera de Quellaveco (que desde fines de septiembre empezó a operar comercialmente).

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El crecimiento de 0,9% interanual en diciembre es consistente, según el INEI, con una contracción de 0,2% en términos intermensuales (corregido por estacionalidad). Es así el tercer mes consecutivo en el que el nivel desestacionalizado del PBI retrocede.

“Con el resultado de diciembre y la actualización que INEI realizó hacia atrás en las cifras, la economía peruana creció 1,7% interanual en el cuarto trimestre y 2,7% en 2022, en línea con nuestra previsión”, anotaron.

Así, la moderación del crecimiento anual en 2022 (13,6% en 2021) refleja sobre todo el agotamiento del rebote postcovid, pero también otros factores como la sostenida conflictividad social en sectores extractivos (en la producción minera con más claridad en los meses de febrero, abril y mayo), la erosión del poder adquisitivo de las familias que una elevada inflación genera, y los crecientes costos de financiación.

A ello se sumó en diciembre la convulsión social en el país. La continuidad de esta convulsión social en enero de 2023 y el balance de los indicadores disponibles para ese mes sugieren que el crecimiento del PBI también fue modesto en enero. Así, en el caso de la producción de electricidad, esta pasó de crecer 5,8% en diciembre a 4,2% en enero, mientras que la inversión pública del Gobierno General se expandió 10% en diciembre, pero apenas avanzó en enero (+0,2%).

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“Nuestra previsión de crecimiento para 2023, realizada a principios de diciembre último, es de 2,5%. Sin embargo, el incremento que posteriormente se dio en la conflictividad social y que hasta ahora se arrastra, así como la incertidumbre que genera el eventual inicio de un proceso electoral, le imprimen un sesgo bajista a esa proyección, a pesar de la visión más positiva del entorno externo. El fuerte deterioro de la confianza empresarial en enero es consistente con estas preocupaciones. Como hacemos cada tres meses, en marzo publicaremos nuestra previsión revisada para el crecimiento del PIB en 2023, materializando seguramente el sesgo bajista que tenemos”, puntualizaron.

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