(Foto: Reuters)
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Agencia Bloomberg

La economía de está atravesando un ligero bache justo cuando el Gobierno esperaba que despegase, lo que ha suscitado comparaciones con las recuperaciones intermitentes que han plagado al país históricamente.

Los datos de producción industrial publicados el jueves fueron los más recientes de una serie de indicadores decepcionantes del primer trimestre que incluyeron ventas al por menor, desempleo y niveles de confianza. La producción cayó inesperadamente un 0,1 por ciento en marzo, el tercer mes consecutivo por debajo de la estimación media de los economistas.

Tras años consecutivos de una recesión profunda, la mayor economía de América Latina creció un triste 1 por ciento en 2017. Además, el ritmo del crecimiento trimestral se ha desacelerado y terminó el año pasado con una débil tasa de 0,1 por ciento. Algunos analistas han advertido que, sin reformas económicas, la incipiente recuperación podría equivaler a lo que se conoce en Brasil como el "vuelo de la gallina", un breve despegue de la economía que pronto vuelve al suelo.

"Vemos una mejora en la economía, pero ¿es a largo plazo? No me parece a largo plazo", dijo en una entrevista Patricia Krause, economista de Coface en Brasil. "El crecimiento todavía es muy débil. El desempleo está pesando".

El presidente de Bradesco, Luiz Carlos Trabuco, dijo que Brasil está atravesando una recuperación cíclica, la cual es de esperar después de una profunda recesión. "Pero una recuperación cíclica tiene un riesgo, que algunos llaman vuelo de gallina, de no durar", dijo en el Foro Económico Mundial sobre América Latina en marzo.

La caída de marzo en la producción industrial sugiere que el sector se estancó durante el primer trimestre, según William Jackson, economista sénior de mercados emergentes en Capital Economics. Esto se suma "a las señales de que el crecimiento del PBI en el primer trimestre fue bastante bajo", escribió Jackson en un comentario a clientes, y agregó que espera que la actividad se fortalezca durante el resto del año.

Entre las razones del optimismo de Jackson se incluyen indicadores sólidos para el sector manufacturero, así como unos costes de endeudamiento a un mínimo histórico y una inflación a niveles muy por debajo del objetivo del 4,5 por ciento que debería fortalecer la demanda.

De hecho, el Gobierno de Brasil no ha cambiado su pronóstico de crecimiento del 3 por ciento este año, dijo la oficina de prensa del Ministerio de Finanzas en un correo electrónico el jueves. Todos los sectores de la economía se están expandiendo, la inversión está aumentando y la caída de las tasas de interés debería proporcionar un mayor estímulo, manifestó el ministro de Hacienda, Eduardo Guardia, en una entrevista el mes pasado, aunque también señaló que se podría revisar la estimación de crecimiento.

Algunos analistas aún mantienen estimaciones o solo han realizado pequeñas revisiones. Itaú Unibanco dijo que los datos industriales publicados el jueves refuerzan un sesgo a la baja en su pronóstico del PIB del 3 por ciento. Por el momento, se ha abstenido de rebajar su pronóstico.

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