
La semana pasada, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC Chile), José Pakomio, visitó el país y se reunió con distintos gremios empresariales nacionales, y con la ministra de Comercio Exterior y Turismo del Perú. El representante del gremio, que tiene 166 años de vida y más de 6.000 empresas asociadas, conversó con El Comercio sobre su agenda de seguridad y turismo. Además, señaló que el Puerto de Chancay puede ser un complemento al Puerto de San Antonio, ubicado en Valparaíso, aunque lo identifican como una amenaza para las importaciones chilenas.
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—¿Cómo nace la decisión de visitar el Perú?
Esta visita nace hace varios meses. Tiene dos objetivos. El primero es generar una agenda de trabajo junto a nuestros pares en Perú. Por eso, nos reunimos con la Cámara de Comercio de Lima, Perucámaras y también con la Sociedad Nacional de Industrias, con quienes tenemos un trabajo hace buen tiempo. Ahora queríamos robustecer una agenda básicamente de seguridad, uno de los temas que tenemos hoy día en Chile. Para las autoridades chilenas, la Cámara Nacional de Comercio de Chile es un referente en esta materia, generando distintas iniciativas y espacios de trabajo. También estuvimos aquí en setiembre desarrollando una agenda, específicamente en materia de contrabando. Eso también es lo que quisimos compartir en esta oportunidad.
El segundo objetivo considera tocar temas como el desarrollo del turismo. En Chile tenemos el aumento del turista peruano y también en Perú aumenta el turista chileno. Por ende, está siendo muy atractivo trabajar en la promoción conjunta, uno de los objetivos que propusimos para este 2025. En este tema, si bien no hemos definido una estrategia para este año, sí hemos transmitido a nuestros pares de acá y a la ministra de Comercio Exterior –con quien también nos reunimos– nuestro interés de generar nuevas alianzas para poder avanzar, por ejemplo, con una política de cielos abiertos que es necesaria entre los dos países.
—¿Qué se puede saber de esa política de cielos abiertos?
El jueves conversamos con la ministra y la viceministra, transmitiendo nuestro interés y el de nuestras autoridades, que nos pidieron, desde Chile, reforzar eso este año. Es importante generar nuevas rutas. Nuestros asociados en Chile, las aerolíneas, también nos pidieron trabajar este tema y también lo vamos a abordar con una agenda para avanzar con las conversaciones bilaterales este año. Eso en materia de turismo. A través de esta agenda también poder potenciar el turismo enológico, con el que podamos tener una oferta más activa aquí en Perú.
"En Chile hemos puesto la discusión de activar el turismo a través de un proyecto de ley que está discutiendo en el Congreso y que ha avanzado. Pusimos como ejemplo lo que hace el Perú en materia de promoción turística"
—¿Cuáles son las oportunidades de inversión que observan los empresarios de Chile en Perú?
Desde la génesis de esta agenda se impulsa la experiencia que han tenido los inversionistas chilenos en Perú. Ellos también manifestaron en Chile el buen escenario económico [peruano]. Ha sido atractivo el negocio inmobiliario, [...] es el caso de Falabella y Arauco, que también son socios nuestros. Ellos nos han transmitido que Perú es muy atractivo para seguir invirtiendo y creciendo acá.
También la agroindustria es uno de los sectores que creció con el arándano, la uva de mesa y el espárrago. En Chile lo producíamos muy bien, pero ha bajado por el clima. Perú tiene hoy en día una interesante producción de ello.
Y sin olvidar el turismo, que también tuvo un desarrollo importante, acompañado de un presupuesto no menor para promoción, comparado a lo que tienen muchos otros países de Latinoamérica. En Chile hemos puesto la discusión de activar el turismo a través de un proyecto de ley que está discutiendo en el Congreso y que ha avanzado. Pusimos como ejemplo lo que hace el Perú en materia de promoción turística, hay mucha experiencia en eso. Esperamos que este proyecto salga a la luz este año.
—¿En qué consiste?
El proyecto de ley en particular tiene tres iniciativas. El primero fue presentarle al ministro de Hacienda la posibilidad de generar incentivos tributarios para las visitas extranjeras en Chile y que generan la devolución para compras. La segunda iniciativa es una tasa hotelera para turistas que busca robustecer el presupuesto que tenemos en promoción. En Chile es de US$8 millones y en el Perú sobrepasa los US$30 millones. Eso nos supone un tremendo desafío por delante para robustecer este presupuesto. La tercera iniciativa es poder generar incentivos tributarios a las producciones fílmicas extranjeras, para que graben en Chile con excepción de tributos.
Vemos que son muchos los sectores que se han desarrollado bastante bien en Perú. Esas son las experiencias que quisimos recoger en esta visita para poder conversar con nuestras autoridades y los inversionistas en Chile. Junto a ProChile, hemos propuesto generar una instancia de trabajo durante los próximos dos meses para regresar con una misión empresarial a Lima.
"Este gran proyecto de Perú nos supone un tremendo desafío, porque tenemos un problema de desarrollo de nuestros puertos. Nos hemos quedado atrás y esta visita también nos hace dar cuenta de que este puerto no es una competencia, como muchas veces se ha dicho"
—Dentro del itinerario que tuvo CNC Chile en el Perú estuvo el Puerto de Chancay. ¿Cómo ven a este puerto desde Chile?
Un objetivo importante fue conocer su operación e impacto a nivel sudamericano y latinoamericano. Es impresionante tener información tan detallada respecto a su construcción. En Chile tenemos una traba gigante que son los permisos, las sobre regulaciones que vimos en estos dos últimos años en particular.
Este gran proyecto de Perú nos supone un tremendo desafío, porque tenemos un problema de desarrollo de nuestros puertos. Nos hemos quedado atrás y esta visita también nos hace dar cuenta de que este puerto no es una competencia, como muchas veces se ha dicho. No es una competencia para Chile, es un complemento.
Entendiendo este proyecto vamos a sacar un buen provecho como países hermanos. En esta visita, queríamos conocer, primero, cuáles han sido las operaciones; segundo, los detalles y lo que significó en términos de permisos; y en tercer lugar, los desafíos en materia de crecimiento para este puerto, su proyección y de alguna forma entender que [Chancay] se convierte en un ‘hub’ portuario. Eso va a requerir de muy buenas relaciones entre los países vecinos para que este proyecto también pueda cumplir su objetivo, que es consolidar carga extranjera. Requiere de mucho trabajo conjunto.
También nos interesó conocer los desafíos en materia de seguridad. Otro de los intereses tiene que ver un poco con el impacto que ha tenido en la comunidad de Chancay. Vemos 2.500 o más empleos que se ha generado de forma directa en Chancay. Vemos cómo [el puerto] sigue creciendo y cómo seguirá colaborando y ayudando al crecimiento del sector económico no portuario durante estos próximos años.
—Señaló que no es una competencia para Chile, sino un complemento. ¿El Puerto de San Antonio, en Valparaíso, no perdería competitividad frente al Puerto de Chancay? ¿Qué avances se tienen en el proyecto para ampliar el Puerto de San Antonio?
En Chile estamos muy retrasados con las conversaciones. La expansión portuaria de Valparaíso lleva más de 10 años. Es una preocupación que tenemos junto al expresidente Eduardo Frey. Nos hemos entrampado en permisos, en discusiones innecesarias, perjudicando a una ciudad que tiene vocación portuaria, que es Valparaíso. Esa es una preocupación y lo transmito también porque soy de esa región. Hoy en día también estas discusiones están detenidas, es preocupante ver que nuestras autoridades no tienen en sus discursos y conversaciones la expansión portuaria. En el caso de San Antonio, también es una discusión. Si bien hemos visto señales, esto no ha tenido el espacio para poder avanzar.
—¿Y en el caso de la competitividad, San Antonio queda relegado?
Hoy en día nos supone un desafío en materia de importación, porque para la exportación de Chile no creo que vamos a tener a Chancay como competencia. Si bien Chancay como ‘hub’ busca consolidar carga a nivel regional, nosotros tenemos una operación bastante sólida y también relaciones comerciales bastante sólidas con distintos puertos. Creo que las operaciones se van a mantener.
No es así para las importaciones y ahí vemos alguna preocupación que transmitir a nuestras autoridades porque esos costos, finalmente, tendrán que ser traspasados a los consumidores. Ahí vemos la amenaza del Puerto de Chancay para las importaciones de Chile. Podría terminar impactando en los precios finales de los consumidores.
Mientras tengamos puertos modernos y acordes a la demanda actual, vamos a poder ser más eficientes y entregar respuesta a la demanda que existe, pero eso se traduciría en mejores precios para nuestros consumidores en el país.
—¿Considera que Chancay se puede volver una ciudad portuaria, haciendo un símil con Valparaíso?
De todas maneras, pero eso requiere de un trabajo público-privado junto a las autoridades de Chancay, las autoridades locales y también del gobierno para que pueda impactar de forma positiva en la vida de las personas, generando empleo, crecimiento e inversión en el mismo Chancay. Eso es un trabajo público-privado que se debe robustecer para entregarle beneficios a los ciudadanos de la zona. Es importante salir fuera de la caja y entender lo que hacen otras ciudades al respecto de las ciudades puerto, de forma amigable y sostenible.
—¿La situación política de Chile ha afectado las decisiones empresariales?
Si hacemos un paralelo entre lo que pasa en Chile y Perú, sin duda el fenómeno en Perú es bastante extraño. Parte de las conversaciones en estos días fue entender cómo las inversiones avanzan. En Chile requerimos de una reforma al sistema político, porque no hemos logrado avanzar en acuerdos importantes en este último tiempo y eso es preocupante. Tenemos un sin número de partidos políticos en Chile y un sistema bicameral, que si bien ayuda a generar un filtro dentro del Congreso para las nuevas políticas, no garantiza que se llegue a acuerdos, porque en el caso de Chile, un número tan grande de partidos se refleja en una representación menor al 5%.
En Perú, viendo la situación de su sistema político y el cambio permanente de distintas autoridades, creo que se desestabiliza un poco la confianza entre el mundo público y privado. Pero, a pesar de eso, avanza muy bien la inversión. De alguna forma, es el fenómeno que nos llama la atención. También sé que existe muy buena relación, existe un diálogo público-privado.