La Comisión de Constitución recibió este viernes al ministro de Justicia, Vicente Zeballos. (Foto: Anthony Niño De Guzmán)
La Comisión de Constitución recibió este viernes al ministro de Justicia, Vicente Zeballos. (Foto: Anthony Niño De Guzmán)

Uno de los motores del crecimiento es la . Desde 1950, en los 10 años de mayor crecimiento del PBI, la inversión privada creció en promedio 26% (lo hizo en solo 5,9% si consideramos todos los datos); en los 10 años de mayor expansión de la inversión, el PBI creció 8,3% (solo 4% en toda la muestra).

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Sin embargo, en las últimas semanas, hemos sido testigos de algunas propuestas que influyen negativamente en el ambiente para la inversión privada. El Ministro de Justicia mencionó que no hay que temer al estado empresario cuando se refirió a las aerolíneas. En el Congreso se presentó una propuesta que dejaba abierta la puerta a la participación de un proveedor estatal del servicio de telefonía. Y ante la falla de abastecimiento en las entidades públicas de salud, surge desde el Ejecutivo la propuesta de que las farmacias privadas mantengan un stock mínimo de medicamentos genéricos. Es decir, la solución al problema público la debe generar el privado; pero no como lo considere conveniente, sino como se lo indique el Estado.

Por si eso fuera poco, el proyecto de ley 4472/2018-CR, presentado el pasado viernes 14, busca modificar el Régimen Económico de la Constitución. Este propone, por ejemplo: “Solo por ley, aprobada con el voto de los dos tercios del número legal de parlamentarios, el Estado realiza actividad empresarial, cuando sea insuficiente la inversión privada para alcanzar los objetivos de desarrollo local, regional o nacional”.

En el hipotético caso de que esa propuesta estuviese vigente, ello podría dar pie a que la mencionada propuesta sobre las farmacias privadas se transforme en la creación de una cadena estatal de farmacias. Y todo porque las actualmente existentes en los centros de salud pública no funcionan adecuadamente.

Lo previo no quiere decir que el sector privado sí lo hace. Al contrario. En muchos casos y en distintos sectores ha actuado de una manera que merece las críticas y cuestionamientos que ha recibido, lo que justamente ha generado respuestas y propuestas como las indicadas. Y que lejos de pensar en las crisis (o en los conatos de crisis) como una oportunidad, las ve como un riesgo materializado. La paradoja es que eso es justo lo que está pasando en las ramas no mineras, cuya inversión está prácticamente estancada desde hace alrededor de un año.

Claramente el país tiene un margen enorme para mejorar en el campo económico. Pero pensemos si propuestas como las anteriores van a ayudar efectivamente a promover inversión privada y a desarrollar al país. Pensemos un poco más en cómo queremos llegar, en todo aspecto, al 2021.

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