(Foto: GEC)
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Elida Vega

La posibilidad de que el Plan Nacional de para la (PNIC) se convierta en el instrumento, que permita cerrar la brecha de acceso básico a infraestructura, ha empezado a despertar más de una interrogante sobre su viabilidad y los resultados que se esperan lograr.

Para que la puesta en marcha de los 52 proyectos priorizados por este plan –elaborado con apoyo del Gobierno del Reino Unido y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)– se agilice, Juan José Cárdenas, socio de EY Law, considera que se debe poner foco en la ejecución, sobre todo porque proyectos como la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, PTAR La Chira o Chavimochic III nos demuestran que no basta con firmar los contratos.

“Casi la mitad de los proyectos ya están adjudicados a un inversionista privado, pero por diversas razones algunos no se han podido poner en construcción, mientras que otro grupo tiene los contratos firmados pero tampoco se han comenzado a ejecutar, como Majes Siguas”, precisa.

Por esa razón y tomando en cuenta que en el corto plazo, la brecha en infraestructura requiere invertir S/117.000 millones, el experto sostiene que debe haber una clara diferenciación entre los tipos de proyectos que forman parte del PNIC, más aun cuando 24 de los 52 proyectos priorizados se encuentran en la fase de ejecución.

TAREA PENDIENTE

¿Qué hacer, entonces, para no desperdiciar las oportunidades que ofrecerán las nuevas modalidades de contratación, que ya demostraron resultados positivos en los Panamericanos Lima 2019?

Kate Harrisson, embajadora británica en el Perú, sostiene que aunque “estos mecanismos mejoran la gestión del Estado y ayudan a reducir la brecha de infraestructura”, resulta prioritario “analizar el contexto actual y también se requiere una evaluación particular de cada proyecto para determinar su aplicación en cada caso”.

Por ello, Juan José Cárdenas insiste en la necesidad de diferenciar el uso de estos mecanismos según el tipo de proyecto. Y desde su óptica, los contratos NEC solo deben aplicarse para obras públicas y no para las concesiones o asociaciones público-privadas (APP).

“El Estado ha decidido que el aeropuerto de Chinchero se va a construir como obra pública y ahí sí se puede aplicar los NEC, pero no en una APP, porque involucra la construcción y la operación o mantenimiento del activo”, señala, tras aclarar que los Project Management Office (PMO) funcionarían muy bien con las APP, mientras que la estrategia BIM aplicaría para toda obra pública, porque aporta valor y genera ahorros.

“Lo difícil no es planear sino ejecutar, pero con una lista de proyectos priorizados, lo que toca ahora es enfocarse en el plan y en su ejecución. Ese es el gran reto”, sentencia.

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