
La reactivación del lote petrolero 192 (otrora 1-AB), en la selva de Loreto, se ha convertido en un quebradero de cabeza para Petro-Perú. Y es que la estatal está obligada a reparar el estropicio dejado por su socio en el desarrollo del proyecto, la canadiense Altamesa Energy, empresa que la semana pasada dijo adiós al Perú tras despedir a todo su personal e incumplir con sus obligaciones económicas hacia proveedores y empresas comunales, a las que adeuda medio año de paga.
Todo esto en el más absoluto secretismo por parte de Perú-Petro y Petro-Perú, entidades que avalaron el ingreso de Altamesa como operador del lote en marzo pasado (firma del contrato de licencia).
Cabe recordar que, en ese entonces, la canadiense se comprometió a poner el lote en producción hacia el segundo semestre del 2024, una promesa que, claramente, no ha podido concretar debido a su incapacidad financiera.
De acuerdo a especialistas consultados para este informe, todo esto configura “incumplimiento del contrato de licencia con Perú-Petro”.
“Lo que corresponde, entonces, es que Perú-Petro notifique esto a Altamesa y que, en paralelo, ejecute la carta fianza (de US$43 millones) que la canadiense y Petro-Perú emitieron para asegurar su asociación”, señala una de las fuentes consultadas.

Día1 trasladó esta consulta a Perú-Petro pero no obtuvo una respuesta.
Lo que se sabe, por el momento, es que Petro-Perú ha declarado su intención de asumir las operaciones en el lote 192, así como las obligaciones contraídas por Altamesa.
Esto, según misiva dirigida por la estatal a los jefes de las comunidades nativas el pasado 4 de febrero.
Vale señalar que las comunidades solicitan a Petro-Perú el pago de S/16 millones por servicios prestados a la canadiense, que esta nunca canceló. De ese monto, Petro-Perú ya cumplió con transferir S/5 millones.
La pregunta que se levanta de todo esto es: ¿cómo va a financiar Petro-Perú el pasivo restante? ¿Solo o con ayuda de un nuevo socio?
Las fuentes consultadas para este informe señalan que hay, por lo menos, una empresa interesada en acompañar a la estatal en el desarrollo del lote 192.
Se trataría de Cheiron Energy, empresa egipcia que estaría negociando su participación en el proyecto. Esto, a través de una cesión contractual que evite la ejecución de la carta fianza.
Y es que, si la carta fianza se ejecuta, Perú-Petro se vería obligado a disolver el contrato del lote 192 y a comenzar de cero, convocando a un nuevo proceso de consulta previa que demandaría hasta dos años. Vistos estos problemas, cabe preguntarse: ¿Qué criterio se utilizó para seleccionar a Altamesa como socio de Petro-Perú?
Responsabilidades
Como se sabe, Petro-Perú seleccionó a la canadiense en un concurso público internacional dirigido por el Bank of America. Esto, a pesar de que no había acreditado, ni entonces ni ahora, la producción de un solo barril de petróleo en ninguna parte del mundo.
A pesar de ello, presentó a Altamesa para su respectiva calificación por parte de Perú-Petro. Y esta entidad procedió a dar su consentimiento, según dice, “en estricto cumplimiento del Reglamento de Calificación de Interesados para la realización de actividades de exploración y explotación o explotación de hidrocarburos”.
“Altamesa acreditó su capacidad económica y financiera a través de la presentación de un informe favorable respecto de su solvencia financiera, emitido por Apoyo & Asociados”, aclara Perú-Petro.
Esto ocurrió en setiembre de 2023, cuando Isabel Tafur presidía la agencia de hidrocarburos.
Mayor productor _
El lote 192 (otrora 1-AB) fue, en su momento, el mayor productor de crudo del país con hasta 120 mil barriles diarios.
Crudo para la refinería_
El proyecto está detenido desde febrero del 2020. Altamesa asumió su operación con el 61% (Petro-Perú tiene el 39%)