Manufactura
Manufactura

Desde el año 2007 se observa que las actividades primarias (agropecuaria, pesca y minería) en conjunto y la han perdido participación como fuentes generadoras de empleo. Así, mientras en el 2007 el empleo generado por los sectores primarios representaba 29,3% del total, esta participación se redujo a 25,9% en el 2018; en ese período, la importancia relativa de la manufactura en el empleo se redujo de 11,2% a 9%. 

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De hecho, el empleo en el sector manufactura se ha reducido en términos absolutos durante estos años, pasando de 1.593,1 mil trabajadores en el 2007 a 1.504,8 mil en 2018. Esto es, 88.300 personas dejaron de trabajar en esta actividad. El empleo conjunto en los sectores primarios no fue muy dinámico, pero en dicho lapso se incrementó en 4,4% o en 181.400 trabajadores. 

Sin embargo, la ocupación total llegó el 2018 a 16’776,5 mil personas, con un incremento superior a 2,5 millones de personas respecto al 2017. Es decir, otras actividades, fuera de las ya mencionadas, han incrementado el empleo generado. Estas son servicios, comercio y construcción. De ellas, el caso de servicios es el que concentra cada vez más trabajadores: ya representaba 36,6% del total en el 2017 y ha pasado en el 2018 a 40,3%.  

Pasando a ver qué ha pasado con la , la del sector manufactura se ha consolidado como la mayor (S/3.934 del 2007 mensuales), seguida por la del sector servicios (S/3.437 del 2007). Por su parte, la menor no resultó la de las actividades primarias (S/1.868,1 del 2007) sino la del sector comercio (S/1.467 del 2007).  

En cuanto al ingreso laboral, aunque no hay todavía cifras al 2018, es interesante notar que el sector mejor remunerado depende del nivel de formalización: en el sector formal son las actividades primarias (que son las menos remuneradas por la informalidad); en el informal, la construcción.  

En casi todos los casos, la productividad ha crecido a un ritmo de alrededor de 40%, desde 38,5% en las actividades primarias hasta 42,7% en comercio. La única excepción se da en el caso de la construcción, sector en el que solo se ha incrementado 18,9%.

Más aun, como reflejo del menor ritmo de crecimiento de la economía peruana, la tasa de incremento de la productividad nacional ha pasado de ser 4,3% en promedio hasta el 2012 a 2,3% desde entonces. Esta pérdida de velocidad se ha dado en todos los sectores, pero ha sido particularmente severa en el caso de comercio: se redujo de 5,5% en el período 2008-2012 a 1,6% entre 2012 y 2018.

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