Capitalismo responsable, por Jimena de la Quintana
Capitalismo responsable, por Jimena de la Quintana
Jimena De La Quintana

Cambiar  la forma de pensar de una persona no es sencillo. Generalmente buscamos comprobar que nuestras ideas son las correctas y no lo contrario. Pero, cuando se busca cambiar el rumbo de las cosas, estos cambios deben apoyarse en pensamientos distintos a los que tenemos.

Por eso, las empresas en su búsqueda constante por crecer deben hoy transitar por modelos basados en nuevas ideas. El mundo necesita un crecimiento diferente, un nuevo pensamiento que debiera nacer de un propósito. Hoy, los consumidores no solo buscamos conocer ¿qué hacen las empresas? sino ¿por qué lo hacen?, ¿cuál es su propósito?, ¿qué las motiva? Si algún empresario no se hizo estas preguntas a estas alturas del siglo XXI, entonces debería preocuparse.

Paul Polman, el CEO mundial de Unilever me dijo en una entrevista para Día1: “Las organizaciones deben saber cuál es su propósito. El nuestro es la agenda humana de desarrollo inclusivo y sostenible. Estos modelos de negocio tienen más éxito a largo plazo”. Polman agregó: “Si trabajas en una empresa donde puedes hacer el bien, es un crimen no hacerlo”. Sus palabras no han quedado en el papel, Unilever ha sido elegida la empresa más sostenible del mundo durante 5 años consecutivos (GlobeScan).

Propósito es saber ver más allá de la empresa, conectarse a un valor superior a ella misma, aquél que la lleva a colaborar con la sociedad. Ese es el nuevo capitalismo, el capitalismo responsable, al que debemos apuntar rumbo al bicentenario. El propósito debe ser parte del enfoque del negocio y la empresa debe comunicarlo eficientemente y, aunque el empresario ha avanzado mucho en términos de comunicación y transparencia, aún hay mucho por hacer. Lea el estudio que publicamos en exclusiva en esta edición: “Desafío CEO: oportunidad digital, ahora”.

Hay otras definiciones de propósito inspiradoras. David Packard, cofundador de Hewlett-Packard dijo: “Mucha gente asume erróneamente que las empresas existen solo para hacer dinero. Esa es una parte importante, pero se debería profundizar más en la verdadera razón de existir. La respuesta es el ‘propósito’, aquello que puede servir de inspiración a una compañía durante 100 años y que no se puede confundir con los objetivos estratégicos del negocio, que cambian continuamente”.

Tony Schwartz, director ejecutivo de The Energy Proyect sostiene: “Un propósito es la diferencia que una organización está tratando de hacer en el mundo. En algunos casos, eso es una consecuencia natural y directa de lo que hace realmente para obtener un beneficio”.

El propósito guía a la empresa hacia esta nueva forma de hacer negocios; hacia una gestión sostenible. El líder debe ser quien administre el propósito de la organización y por ello su papel es fundamental. De hecho el “19th Annual Global CEO Survey” de PwC  que encuesta a los CEO de 83 países concluye: “Los cambios en las expectativas sociales están llevando a muchas organizaciones a redefinir su visión empresarial para tener un impacto más amplio”.

Un capitalismo responsable debe abrir paso a nuevos modelos que puedan demostrar mayores beneficios y se enfrenten a discursos como los de Donald Trump. No creo en un mejor sistema que el capitalista, creo firmemente en la prosperidad que ha traído a las sociedades; pero no se puede negar que sufre serios defectos. No todos participan y se benefician de él. Por ello, Polman dice: “El capitalismo debe evolucionar” y agrega “La responsabilidad social empresarial y la filantropía son importantes, no es mi intención menospreciarlas. Pero si usted quiere existir como empresa en el futuro, tiene que ir más allá”. 

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