La prórroga para los contratos de lotes petroleros estará sujeta a inversiones y un informe de actividades realizadas en el área de concesión, sostuvo Ísmodes. (Foto: GEC)
La prórroga para los contratos de lotes petroleros estará sujeta a inversiones y un informe de actividades realizadas en el área de concesión, sostuvo Ísmodes. (Foto: GEC)
Juan  Saldarriaga

El atractivo del Perú como país de destino para las inversiones en y continúa disminuyendo. Abonan a ello los recientes ataques a la infraestructura petrolera por parte de nativos armados ( y ) y la continua devolución de lotes de petróleo y gas por empresas que no pueden ingresar a trabajar, particularmente, en la selva.

No sorprende, por tanto, que nuestro país haya caído 19 peldaños en el ránking 2018 de regiones más atractivas para invertir en hidrocarburos del Fraser Institute.



Según el think tank canadiense, Perú se ubica ahora en la posición 63 entre 80 países, solo encima de Bolivia (72), Ecuador (74) y Venezuela (80) en Latinoamérica.

“El descenso en el 2018 ha sido sustancial, encontrándonos en el cuartil inferior del ránking”, anota la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).

De acuerdo a Fraser Institute, este declive se explica por el incremento de la percepción de riesgo de los inversionistas en cuanto a la estabilidad política y el cumplimiento del marco regulatorio en nuestro país.

Una mirada más atenta, devela, sin embargo, los problemas estructurales del sector.

EL FACTOR SOCIAL
“Llama la atención que el 80% de los encuestados a nivel mundial (256 ejecutivos)percibe al Perú como un país disuasorio para la inversión, debido al establecimiento de áreas naturales protegidas (ANP)”, señala a Día1 Liseth Manrique, directora ejecutiva de la consultora ambiental Gema.

En efecto, la encuesta Fraser 2018 ubica a nuestro país como el octavo más riesgoso en el mundo para la inversión en petróleo y gas por la prolijidad de ANPs, y el cuarto más problemático en disputa de áreas, después de Yemen, Venezuela y Bolivia.

En efecto, la encuesta Fraser 2018 ubica a nuestro país como el octavo más riesgoso en el mundo para la inversión en petróleo y gas por la prolijidad de ANPs, y el cuarto más problemático en disputa de áreas, después de Yemen, Venezuela y Bolivia.
Ejemplos de esto último hay muchos.

Por ejemplo, la cancelación de los contratos off-shore garantizados a Tullow Oil, debido a reclamos de los pescadores norteños, y los constantes desencuentros de las empresas petroleras con las comunidades nativas, que dificultan o impiden la exploración.

“No hay diferencia entre los problemas que la minería enfrenta en los Andes y las petroleras en la selva. Lo que ocurre en Las Bambas se replica en los lotes con más fuerza y no hay forma de resolverlos”, manifiesta Carlos del Solar, ex presidente de la SNMPE.

El informe Fraser corrobora, además, otros problemas muy comentados por las petroleras en el Perú, como la inseguridad, las duplicidades regulatorias y el costo del cumplimiento de la regulación (trámites y licencias) que “es súper alto en el país”, apunta Manrique.

RESERVAS EN DESCENSO
Cabe señalar que Fraser posiciona al Perú en el rango de países solo con reservas medianas de petróleo, situación que también influye en nuestro atractivo para atraer inversiones en hidrocarburos.

Ello es inevitable, debido a la poca actividad exploratoria que se realiza en nuestro territorio, problemática que impide realizar descubrimientos y ponerlos en valor.

Peor aún, las últimas estadísticas del Ministerio de Energía y Minas (MEM) indican que las reservas probadas de petróleo cayeron 22% entre 2016 y 2017, a 339 millones de barriles.

En opinión de Del Solar, la situación está dada para que ninguna empresa petrolera venga a invertir en el Perú.

“Las petroleras tienen todo el mundo para invertir y sólo van a poner su plata donde las condiciones sean las mejores, tanto económicas como sociales. Esto es lo que mucha gente no entiende”, remarca.

Si tomamos en consideración las amenazas de más ataques al oleoducto, lo más probable es que nuestra posición en el ránking Fraser 2019 será peor, acota Manrique. La evidencia apunta en ese sentido.

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