
El mecanismo de facturas negociables –‘factoring’– cumple diez años en el país posicionándose como una opción de financiamiento inmediato para las empresas de menor tamaño. En esta primera década, el ecosistema en torno a este mecanismo tampoco ha dejado de crecer.
El ‘factoring’, que permite a las pymes adelantar el cobro de sus facturas vía una entidad financiera o empresa de ‘factoring’ –que posteriormente se encarga de cobrar la factura– , pasó de registrar S/629 millones en montos el 2016 a S/43.069 millones al cierre del 2024. Asimismo, solo en el primer trimestre del 2025, se alcanzaron los S/11.890 millones, siendo este monto un 21% superior al mismo periodo del 2024.
“El crecimiento ha sido importante y parte por haber tenido como base una buena regulación que ha permitido que el producto escale”, señala Martín Santa María, gerente general de Liquidez Perú.
El ejecutivo también considera que el ‘factoring’ se ha posicionado como una oportunidad de desarrollo importante para la pyme. “Este producto financiero les permite tener ese capital para seguir invirtiendo y seguir brindando servicios sin necesidad de acudir a un préstamo. Por otro lado, ha sido un vector importante para la formalización, porque para usarlo debes facturar y –naturalmente– tienes que ser una empresa formal”, agrega Santa María.
Cavali también coincide en que el avance en el uso del mecanismo ha sido gracias a la regulación y al aporte de las entidades involucradas. Hoy, a través de nuam, el ‘factoring’ formará parte de una estrategia regional para el financiamiento de medianas y pequeñas empresas, siendo en Perú un modelo de éxito. Así lo comentó Víctor Sánchez, gerente general de Cavali y gerente corporativo de Servicios de Valor Agregado de nuam.
“Esta estrategia va a ser comunicada pronto. Lo que buscamos es llegar a cada uno de los países con los productos adecuados que calcen con la necesidad de cada país. Cada país tiene distintos productos. Se está haciendo una oferta de valor que haga sentido para las medianas y pequeñas empresas”, precisa.
Lo cierto es que, habiendo transcurrido ya diez años de la puesta en marcha de este mecanismo, el reto se concentra en seguirlo masificando hacia el largo plazo. Los objetivos —según han definido los actores que participan de él— están en la difusión, la fiscalización y la información sobre los actores.
Las cifras de una década
Según información registrada por Cavali, al cierre del primer trimestre del 2025, se tiene un total acumulado de 52.048 empresas que, al menos en una ocasión, negociaron sus facturas con entidades de financiamiento. De ese total, 16.174 realizaron negociaciones durante el trimestre, lo que representa un incremento del 18% en el número de proveedores activos respecto al mismo periodo del año anterior.
Cavali también destaca que las facturas registradas corresponden principalmente a montos menores o iguales a S/10.000; lo que confirma que se está apuntando al segmento empresarial correcto.
Observado por participación de mercado, es el sistema financiero el que concentra la mayor parte del monto registrado en facturas siendo principalmente los bancos los que trabajan en el mecanismo. Así lo indica Gustavo Fernández, presidente del Comité Técnico de Servicios a Empresas de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc).
“Más del 70% de lo que se negocia lo manejan los bancos. Todavía hoy por hoy son nueve entidades que participan activamente en el mercado y creemos que hay oportunidad para que otras puedan irse sumando. Ahora, esto no es una competencia, porque hay mucho mercado por atender”, indica.
En relación con ello, demográficamente, Lima y Callao concentran el 87,6% del monto registrado al cierre del primer trimestre del 2025, equivalente a S/10.410 millones. En contraparte, La Libertad, Arequipa, Piura e Ica representan un 7,9% y otras 19 regiones concentran el 4,5%.
“Arequipa ha tenido un crecimiento importante respecto del 2024. Casi en un 48%. Un tema central es la capacitación. Es importante la inclusión financiera y la formalización. No podemos esperar que haya mayor adopción de la factura negociable si la pyme no sabe que tiene esa opción. Además, a mayor número de facturas, también habrá mayor presencia de empresas de ‘factoring’ y de los bancos”, refiere Sánchez.

La escalabilidad del ecosistema
Mirando hacia la próxima década, la expectativa es que el ‘factoring’ continúe escalando. Y si bien el número de empresas que aplican al mecanismo va a continuar en aumento, los actores del sector consideran importante ampliar el espectro de las facturas por el lado de los pagadores. Es decir, aquellos a quienes las empresas de ‘factoring’ y la banca cobran las facturas.
“Que no sean solo las grandes corporaciones los pagadores porque nos quedamos con una parte muy chica de todas las facturas que hay en el Perú. Si se quiere que nosotros, las empresas de ‘factoring’, sigamos tomando más facturas debe ampliarse ese escenario”, comentó María García-Godos, socia fundadora de Adelanta Factoring y vicepresidenta de la Asociación Peruana de Productos Financieros para Mipymes.
Ricardo Gallo, presidente de la Asociación Peruana de Factoring (APEFAC), coincide con dicha situación que —según explica— se ha suscitado por una razonable preocupación relacionada con mantener una cartera saludable y libre de riesgo.
“Hoy en día, por temas de riesgos, todos estamos concentrados en buscar facturas cuyos pagadores son las empresas más grandes. Por seguridad y por la información que tenemos sobre esas empresas. Si se trata de una factura de una empresa que, por ejemplo, nunca ha tomado crédito y no tiene historial crediticio, ¿de dónde yo saco la información para poder hacer un análisis de riesgo de la capacidad de pago? No todas las empresas le venden a las grandes corporaciones o a las grandes empresas”, refiere.
García Godos refiere que una buena práctica fue lo que hizo el Fondo Crecer, que impuso una cobertura de seguro de hasta el 75% a todas las facturas impagas. Se incluye a empresas pequeñas, medianas y grandes corporaciones siempre que se haya hecho una debida evaluación. Ello minimiza el riesgo al tomar determinadas facturas.
En la misma dirección, pero desde otra óptica, Gallo apunta que se genere la información de estas empresas. “Sunat iba a sacar una especie de ‘scoring’, un historial del pago de impuestos. Si veo en la Sunat dice que una determinada empresa paga impuestos de manera oportuna, eso me daría una buena idea de que es un buen pagador. Necesitamos información”, asevera.
Las facturas del Estado
Otra oportunidad de que siga escalando el mecanismo está en incrementar la participación de las facturas que proveedores tienen con empresas del Estado. Gallo explica por qué no se ha logrado ello: “En teoría, cada entidad del Estado debería emitir las directivas para que pueda trabajar las facturas a través de Cavali y ahí hacer el cambio de titularidad. Ese mecanismo no está del todo perfeccionado para la gran mayoría de entidades del Estado y son muy pocas las empresas con las que se puede trabajar”.
Para dimensionar cuánto más de monto negociado podría tenerse con el ingreso de las facturas del Estado, nos remitimos a las cifras. A la fecha, según precisa Cavali, el Estado solo tiene un 2,5% de participación en el monto negociado. No obstante, el Estado compra S/70.000 millones anuales. El monto casi duplica lo que el ‘factoring’ ha hecho solo en un año.
“Hay un mercado de S/70.000 millones que pudiera ser aprovechado. Ello simplemente es un cambio para el cual no dependemos de normas. No es un tema para el que necesitamos partidas presupuestales. Simplemente es que se implementen las directivas, porque las plataformas ya están desarrolladas”, refiere Gallo.
En comunicación con este Suplemento, el viceministro de Mype e Industria del Produce, César Quispe, explica que ya se está trabajando en dicho cambio. “Se tiene que hacer una modificación en el sistema; en el SIAF, vinculado al tema de las facturas. El Banco de la Nación nos va a ayudar con ello. Están adaptando los sistemas para que, a través del banco, podamos operativizar esas facturas del sector público”, dijo sin precisar cuándo estará lista dicha modificación. “Tenemos pendiente una reunión con el banco para ver esos detalles”, agrega.
El Produce está trabajando también en el reglamento para que los proveedores del Estado pueda negociar órdenes de compra. Ello agilizaría el proceso para empresas que registran demoras al recibir facturas. Dicha orden de compra tendrá condición de título valor una vez que el proveedor del Estado sea notificado. Solo se adelantaría el 50% de la orden de compra en aras a que la empresa pueda avanzar su producción.

Para este informe, Produce precisa que también se viene trabajando en dos cambios puntuales. El primero es la modificación de la Ley N° 29623 que promueve el financiamiento a través de la factura comercial, a fin de que se dispongan cambios operativos que permitan la trazabilidad de las facturas, con información clara y actualizada sobre su estado de confirmación y de pago.
El segundo aspecto es la modificación del Reglamento de la Ley N° 29623, dado que -a decir de Produce- “se han identificado prácticas que obstaculizan el proceso de las facturas negociables y que tienen efectos negativos en el mercado de ‘factoring’, pero que no constituyen infracciones sancionables según el referido reglamento”. Ante ello, se busca actualizar el régimen sancionador incorporando nuevas infracciones contra quienes obstaculizan el proceso de las facturas negociables, con el objetivo de disuadir prácticas que pueden dañar este mercado.
“Por ejemplo, cómo sancionamos a empresas que emiten facturas por servicios que no se otorgan. Hemos detectado pocos casos, pero debemos sancionar esos hechos. Por otro lado, es importante es tener un registro de quienes tienen estas prácticas, a fin de tener una especie de central de riesgo para las empresas de ‘factoring’”, refiere el viceministro indicando que se buscará un proyecto de ley para el caso de las sanciones.