Choquequirao fue el último bastión Inca, entre 1535 y 1572. Era inaccesible, por eso se le conoció como la 'Ciudad perdida'.
Choquequirao fue el último bastión Inca, entre 1535 y 1572. Era inaccesible, por eso se le conoció como la 'Ciudad perdida'.

Le llamaban la ‘Ciudad perdida de los Incas’ porque era impenetrable. Incrustada en la selva de Vilcabamba, en el Cusco, Choquequirao pasó más de tres siglos imperceptible sobre los bosques del sur peruano, escondida entre las montañas, las nubes y el horizonte, a más de tres mil metros de altura. Ese pudo haber sido su destino hasta ahora -ser un fantasma- sino fuera porque su leyenda provocó que algunos aventureros la buscaran. Y la encontraron, primero el español Juan Arias (en 1710), y luego un viejo conocido nuestro, el estadounidense Hiram Bingham (en 1909 y antes de ‘descubrir’ Machu Picchu). Pero lo cierto es que, aunque hoy todos la conocemos y sabemos exactamente dónde está, sigue siendo, hasta cierto punto, invisible.

Contenido sugerido

Contenido GEC