Un grupo de pobladores de Pedregal Grande, del sector Molino Azul, rescatan en ollas a sus pavos. La mayoría de damnificados perdió todos sus animales de corral. (Foto: Ralph Zapata)
Un grupo de pobladores de Pedregal Grande, del sector Molino Azul, rescatan en ollas a sus pavos. La mayoría de damnificados perdió todos sus animales de corral. (Foto: Ralph Zapata)
Manuela Zurita

del último verano causó la pérdida de 30.154 hectáreas de cultivos y afectó a otras 88.676 en las 11 regiones declaradas en emergencia por el fenómeno climático. Aunque al cierre del año se espera un crecimiento del  del 3% y de 11% en las , este Niño dejó efectos en cadena, tareas en la agenda del 2018 y, sobre todo, lecciones aprendidas para el próximo fenómeno, que por ser cíclico, tarde o temprano regresará.

Esta vez, según un balance presentado en mayo por el Minagri ante el Congreso, el principal cultivo perjudicado fue el arroz, cereal más sembrado en el territorio con 350.150 hectáreas en la campaña 2016-2017. Según el Minagri, 5.959 hectáreas de dicho producto se perdieron y otras 10.323 fueron afectadas. El cultivo ya venía golpeado por la escasez de lluvias del último trimestre del 2016, lo cual originó que los productores retrasaran las siembras, arriesgándolas a una mayor incidencia de plagas y enfermedades, que se agravaron cuando llegaron las lluvias. Las cosechas fueron menores en volumen y calidad y se redujeron los márgenes de rentabilidad.

El sector agroquímico sintió dicho impacto. Si bien la situación fitosanitaria supuso un mayor abastecimiento inmediato de controladores, la menor liquidez posterior en los agricultores hizo que las proyecciones de crecimiento del sector se redujeran de 10% hasta 4% respecto del 2016, según Bayer. La expectativa está puesta en el crecimiento hacia el 2018, gracias a la mayor disponibilidad de agua en los reservorios, que en el caso de los arroceros alentaría una inversión de hasta 15% más en comparación al 2017.

Entre los cultivos permanentes, El Niño dejó huella en particular en el banano orgánico de exportación y el limón. Hizo que se perdieran 5.774 hectáreas del primero y 356 ha del segundo, y afectó a 6.492 ha de banano y 10.856 ha de limón.

Las estadísticas de exportación del banano revelan el impacto. A noviembre pasado cayeron en volumen 2% y, en valor, 4%. La merma se acentuó en abril y mayo. En el caso del limón, sucedió que los despachos resultaron favorecidos por un precio promedio 26% superior al que tenía en octubre del 2016 (US$1,43/kg). Así, revirtieron la caída en ventas de 9% experimentada en ese mes del año previo.

En el mercado interno, que es un mayor consumidor, el cítrico también experimentó el alza. Durante las lluvias extraordinarias, el kilo llegó a costar S/40.

La especulación sobre la oferta de alimentos durante el FEN incidió en general en los precios. Según datos del Minagri, entre enero y abril el precio promedio de las legumbres aumentó 40%, el de las hortalizas, 32%, y el de las frutas, 15%. El de los tubérculos cayó 24%.

BALANCE
Ante la emergencia, el Gobierno puso en marcha el plan de reactivación agraria, para el cual el Ministerio de Economía y Finanzas destinó S/256 millones. El plan incluyó la entrega de bonos de emergencia en efectivo de S/1.000 por ha, y bonos de S/1.500 en insumos (semillas y herramientas) para cultivos temporales y frutales. El desembolso benefició a unas 19.500 hectáreas de la costa de Lima a Tumbes, informó Ángel Manero, quien fuera director general agrícola del Minagri hasta octubre pasado. No obstante, observó que la demanda resultó ser cerca del doble de la prevista.

Como parte del plan se anunció la ampliación del seguro agrícola catastrófico (SAC) a seis regiones del norte, cubriendo así a 14 regiones del país. También se proyectó la implementación de un seguro comercial, que financie hasta el 50% de la prima, a través de Agrobanco. La iniciativa, respaldada por un fondo de S/100 millones, está en stand by.

Como parte del plan de urgencia, también se destinaron S/93 millones para la rehabilitación de infraestructura hidráulica. Pero en total, el requerimiento de financiamiento para reconstruirla en 10 regiones del país asciende a S/1.345 millones, según el plan integral de la reconstrucción con cambios.

Ricardo Polis, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), señala que El Niño costero ha hecho visible el déficit de infraestructura para el agro, no solo de riego, sino en materia de caminos.

Por su parte, Gabriel Amaro, director ejecutivo del gremio, opina que “la gran lección es que los fundos de cualquier tamaño tienen que operar con previsión de riesgos”. El 85% de las empresas agroexportadoras son pequeñas y medianas, apunta.

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