“Todos los oficiales deben tener un título universitario”, destacó el titular de la BBC. Un asesor del Colegio de Policía, que establece normas para la formación de la policía en Inglaterra y Gales, dijo: “Estamos tratando de que los agentes de policía tengan licenciaturas y los superintendentes tengan maestrías”.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Las universidades apuntaron que Francia y España ya exigían que los oficiales de policía de nuevo ingreso tuvieran títulos de licenciatura y que los inspectores tuvieran títulos de maestría.
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Profesiones como medicina, enfermería, derecho y trabajo social requieren título universitario. El alto nivel con que los agentes de policía operan actualmente significaba que las fuerzas del Reino Unido necesitaban considerar los títulos también. Es fácil comprender lo que las universidades está diciendo.
Lidiar con el terrorismo transfronterizo, la ciberdelincuencia y el fraude financiero requiere habilidades sofisticadas. Las fuerzas policiales que puedan atraer a los graduados probablemente se beneficiarán. Pero la idea de que cada oficial tiene que ser graduado universitario parece ser errónea.
Tengo la suerte de haber ido a la universidad: afortunado de haber tenido la experiencia y la suerte de haber tenido las habilidades que posibilitan superar la escuela y llegar a la educación superior.
Hay muchas habilidades que no poseo, habilidades más valiosas que escribir columnas periodísticas. Ellas incluyen la reparación de techos con fugas, la reparación de automóviles, la inserción de catéteres y la neutralización de asaltantes armados con cuchillos.
Estas habilidades requieren formación, práctica y experiencia. Dudo que tres o cuatro años de asistir (o no) a conferencias, probar y descartar filosofías políticas, socializar y andar de fiesta nos enseñen cualquiera de las habilidades antes mencionadas.
La idea de que la universidad es el pináculo de los logros educativos denigra las valiosas habilidades no académicas. Pero este punto de vista es especialmente fuerte en el Reino Unido, el cual, como consecuencia, tiene un pobre historial en el aprendizaje de oficios.
Aunque para el gobierno británico se ha vuelto una prioridad el estímulo del sistema de aprendizaje profesional, el mes pasado un informe de Ofsted, el servicio de inspección de educación, anunció que un tercio de los proveedores de aprendizaje de oficios que visitaron ofrecían capacitación deficiente.
“Los inspectores observaron a aprendices en varios sectores –como el minorista, de la producción de alimentos, y del cuidado de la salud, quienes simplemente estaban completando sus períodos de aprendizaje mediante la acreditación de habilidades de bajo nivel ya existentes, como hacer café, servir sándwiches o limpiar pisos”, dijo Ofsted.
Existen algunos aprendizajes de oficios de alta calidad, sobre todo en la construcción y las industrias de ingeniería y de vehículos. Estos pueden ser valiosos. Un informe reciente de Sutton Trust mostró que quienes habían tenido períodos de aprendizaje de oficios bien llevados ganaban más que los graduados de universidades de rango medio del Reino Unido.
Incluso aquellas profesiones que indudablemente requieren un título —derecho, medicina, enseñanza— son esencialmente aprendizajes de oficios. Aprender y practicar bajo la supervisión de profesionales con experiencia es mucho más importante que cualquier cosa aprendida en el aula.
Para ser justos con el Colegio de Policía, parece estar considerando algo semejante. Su propuesta que, según dice, todavía requiere discusión, prevé que los estudiantes dividan su tiempo entre la práctica como policías y el trabajo académico.
El Chartered Management Institute del Reino Unido también ha iniciado un curso de gestión que combina el entorno laboral y la universidad con empresas como Nestlé, Barclays y Serco.
La enfermería en el Reino Unido también ha seguido este camino, con resultados controvertidos. Algunos dicen que exigir un título ha provocado que las enfermeras traten con desdén los aspectos de cuidados y limpieza del trabajo. Ha habido casos terribles de negligencia, como en Mid-Staffordshire NHS Foundation Trust.
Otros atribuyen estos problemas al hecho de no contar con suficientes enfermeras. Un estudio realizado en 300 hospitales de nueve países europeos encontró que un aumento de las cargas de trabajo de las enfermeras aumentaba las probabilidades de muerte de los pacientes, mientras que la existencia de más enfermeras tituladas daba como resultado que el número de muertes de pacientes disminuyera.
Pero no todo el mundo aprende de la misma manera. A algunas personas les va muy bien en un salón de clases; otras aprenden en la práctica. Muchos encuentran que el estudio académico funciona mejor para ellos una vez que han tenido la experiencia y pueden reflexionar sobre el valor de lo que están aprendiendo.
Los padres que dejan a sus hijos en la universidad a menudo comentan cuánto más podrían aprovechar un título universitario sabiendo lo que saben ahora. Eso es lo que quieren decir las personas cuando aseveran que la educación se desperdicia en los jóvenes.
Las habilidades de todos necesitan ser puestas a prueba, pero no todo el mundo necesita adquirir esas habilidades en la universidad; y no todo el mundo tiene que ir a la universidad antes de comenzar a trabajar.