Víctor Rodríguez Rodríguez, presidente y próximamente también gerente general del Grupo Gloria. (Foto: Diario El Pueblo)
Víctor Rodríguez Rodríguez, presidente y próximamente también gerente general del Grupo Gloria. (Foto: Diario El Pueblo)
Redacción EC

Por: Claudia Paan y Claudia Inga

El Caso Pura Vida sigue remeciendo los cimientos del grupo Gloria. A inicios de la semana pasada, Robert Priday renunció a la gerencia general de la compañía, tras 11 meses en el cargo. Jorge Rodríguez Rodríguez, uno de los fundadores y también presidente del Directorio, asumió las riendas del gigante lácteo.

Si bien en un primer momento se puede pensar que este fue el saldo de la crisis, lo cierto es que la salida de Priday refleja un problema más serio que tiene la compañía a nivel gerencial: en la última década han sido seis los ejecutivos (dos de ellos interinos) que asumieron el liderazgo de la firma.

¿Qué está pasando con Gloria? Para entender esto, primero hay que mirar a los hermanos Vito y Jorge Rodríguez, los patriarcas de la corporación. Desde que adquirieron Gloria en la década de los 80, los hermanos se han caracterizado por ser muy trabajadores y, sobre todo, exigentes. José Durand, catedrático de la PUCP, refiere que los Rodríguez tienen un manejo de la empresa muy tradicional, que se refleja en su hermetismo y en cómo han estructurado su accionariado. La familia tiene el control mayoritario de los papeles, limitando la participación de nuevos inversionistas.

Además, algo que ha quedado claro en el proceso de sucesión es que tanto a Vito como a Jorge les cuesta soltar las riendas de la organización. Esto lo remarca Pablo Trapunsky, quien fuera su gerente general entre el 2014 y 2016, aduciendo que no le dieron la libertad de hacer los cambios que tenían que hacerse.

“Se sigue manejando como si fuera una pequeña empresa familiar. Nada de gobierno corporativo”, puntualizó en su perfil en la red social Linkedin.

La venta de la leche Pura Vida Nutrimax, producto del Grupo Gloria, fue prohibida el pasado 8 de junio. (Foto: Reuters)
La venta de la leche Pura Vida Nutrimax, producto del Grupo Gloria, fue prohibida el pasado 8 de junio. (Foto: Reuters)

Guillermo Quiroga, catedrático de la UPC, considera que lo que también puede estar ocurriendo es que los Rodríguez Rodríguez no han encontrado al ejecutivo que pueda llenar sus zapatos. Además, otra de sus características es que siempre están buscando resultados inmediatos.

Esta exigencia no solo se limita a sus colaboradores, sino a Claudio Rodríguez Huaco, hijo de Jorge y quien debería asumir las riendas del conglomerado.

Pese a que en el 2011 fue el llamado a liderar la reestructuración de la firma, lo cierto es que hoy –a sus 38 años– todavía no se desmarcaría de la sombra de Jorge y Vito.

Durand detalla que en esta última crisis se ha evidenciado que los hermanos no confían en el heredero, quien aún estaría en entrenamiento, pese a ser el director ejecutivo.

En esa línea, cabe recordar que –al estallar la controversia– Claudio dio la cara por la compañía en un video institucional, pero –al cabo de unos días– esta misión recayó en Robert Priday.

“Ya deberían darle algo más [de responsabilidad]. Que haya vuelto [Jorge] a la gerencia general es una señal de que no están delegando correctamente”, sostiene José Carlos Lumbreras, gerente de Desarrollo de PerúTop Publications.

VOLVIENDO A LA VIEJA FÓRMULA
El retorno de Jorge Rodríguez Rodríguez –consideran algunos especialistas– buscaría paliar la crisis en la que se encuentra el grupo, dando una señal del regreso a sus orígenes y de que las cosas se van a hacer como “la vieja escuela”. Esto a fin de recuperar la confianza perdida del consumidor a raíz del caso Pura Vida.

Quiroga agrega que esta fórmula podría haber sido tomada por la experiencia de los hermanos, quienes construyeron su conglomerado en años en los que el país estuvo sumido en una crisis económica y social.

Sin embargo, remarca el catedrático, esta experiencia no necesariamente les va a asegurar que las cosas marchen bien. Los tiempos en los que Gloria se hizo grande son muy distintos a los de ahora, donde vemos a un consumidor muy empoderado, exigente e infiel a las marcas.

La crisis reciente –señala Durand– ha demostrado que los Rodríguez (así como otras empresas locales) están subestimando este poder. Y –pese a ser los líderes del sector– en sus próximos resultados financieros se podrían ver las consecuencias.

Por lo pronto, Gloria no piensa perder más terreno. Es por ello que se han visto obligados a ser más abiertos en su comunicación.

Así, el mayor reto que tiene la firma por delante es solucionar sus problemas de sucesión. Algunos especialistas coinciden que –conociendo a los hermanos– esto va a ser un paso muy complicado para ellos.

“Si no se adecúan, en unos 20 años podrían verse obligados a vender si llegara una compañía grande”, señala Lumbreras.

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