(Foto: El Comercio)
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Redacción EC

El continuará con el proceso iniciado el año pasado para reducir sus niveles deuda de la compañía, informó hoy su gerente general corporativo, Luis Díaz Olivero.

Como se conoce, la constructora peruana ha puesto en marcha un plan que involucra la venta de activos para obtener liquidez destinada al recorte de deudas.

"Seguimos adelante con el proceso de fortalecimiento de la compañía que se refleja en la reanudación del plan estratégico de reducción de deuda y de transformación organizacional implementados durante este primer período del año", sostuvo Díaz Olivero durante un 'call' para explicar los resultados de la empresa en el primer trimestre del 2018.

El ejecutivo señaló que los nuevos contratos del Grupo Graña y Montero para ejecutar obras en Quellaveco y la ampliación de la refinería de Talara, han permitido que el backlog de la compañía sumado a los negocios recurrentes totalizaron US$2.600 millones.

Al explicar el plan para reducir el nivel de deuda de la empresa, el ejecutivo dijo que los recursos obtenidos por la venta de Stracon GyM (US$76,8 millones) se emplearon para recortar las deudas con los proveedores financieros.

En esa línea, Díaz Olivero señaló que las ventas de activos forman parte también del plan estratégico de transformación organizacional orientado a hacer del Grupo Graña y Montero una organización más focalizada y ágil, reenfocándose en tres línea de negocio: ingeniería y construcción; concesiones de infraestructura; y desarrollo inmobiliario.

Al término del primer trimestre, la utilidad neta del Grupo Graña y Montero reportó una pérdida de S/14 millones debido a la actualización de la cuenta por cobrar que la compañía mantiene con el otrora proyecto Gasoducto Sur Peruano (GSP), efecto generado por el incremento del riesgo Perú.

En tanto, su utilidad operativa alcanzó S/72,9 millones, con un margen de 5,6%.

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