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María Rosa Villalobos

En setiembre, el de Lima Metropolitana de Apoyo Consultoría cayó por quinto mes consecutivo y se ubicó en 46 puntos.

Con este resultado se acumulan siete meses consecutivos por debajo de los 50 puntos, que marcan la frontera entre el territorio positivo y el negativo, lo cual constituye el período de pesimismo más largo desde el 2009.

“Recordemos que hace ocho años la crisis internacional fue bastante aguda. La confianza de los consumidores, actualmente, está en niveles comparables con aquel evento”, explica Luis Cerro Chiang, analista de Estudios Económicos de la consultora.

LOS HOGARES Según mostró el índice, las condiciones para consumir continuaron deteriorándose en los hogares de bajos ingresos.

La confianza de las familias de los niveles socioeconómicos (NSE) CDE cayó por cuarto mes consecutivo y se situó en 44 puntos, el valor más bajo desde setiembre del 2009. La situación de los hogares de ingresos altos (NSE AB) no fue muy distinta, pues se mantuvieron sin cambios en el terreno pesimista, con 49 puntos. “La percepción de las familias sobre el nivel de precios aún no mejora. El 87% de los hogares manifestó haber percibido un aumento de los precios respecto a los últimos 12 meses, valor cercano al máximo histórico (88%)”, indica el especialista.

Sin embargo, esta no sería la razón principal del deterioro en las condiciones para consumir, sino más bien la debilidad del mercado laboral en Lima Metropolitana. El 36% de los hogares de la capital señaló que las condiciones para encontrar empleo empeoraron en el último año. “El valor más alto fue en junio (42%), pero [el resultado de setiembre] sigue por encima del promedio de los últimos 18 meses (30%)”, asegura Cerro.

Por otro lado, el especialista sostiene que la mejora puntual de algunos de los indicadores de la actividad económica –vinculados particularmente con la inversión en exploración minera, el sector exportador y la inversión pública– está beneficiando principalmente a los mercados fuera de Lima, con obras como la descolmatación de los ríos Piura y Chira, que son parte de los primeros avances de la reconstrucción. “En general, todo el norte se verá beneficiado por la reconstrucción”, agrega.

PERSPECTIVAS Las familias capitalinas deberían empezar a percibir la recuperación recién en la segunda mitad del 2018, considerando el impacto esperado de la inversión de grandes proyectos como la línea 2 del metro de Lima, la infraestructura relacionada con los Juegos Panamericanos y el inicio de la ampliación del aeropuerto internacional Jorge Chávez.

“Somos más conservadores sobre los proyectos que podrían gatillarse en el primer trimestre. Ya se licitó la Villa Panamericana, que debería comenzar a construirse pronto, pero falta que se liciten más obras para los Juegos Panamericanos, que seguramente verán la luz en el segundo semestre”, recalca.

Adicionalmente a ello, la situación podría mejorar si aumenta la intención de contratación e inversión de las empresas. Según la última medición de , la confianza para invertir de las compañías en el Perú está en su nivel más alto desde agosto del año pasado. “En aquella época, el Gobierno todavía pasaba por su luna de miel. Actualmente este indicador se ubica en los 22 puntos. En agosto del año pasado, tenía 27”, explica Cerro.

Además, la confianza para contratar se ubicó en 11 puntos en setiembre de este año; supera así a los ocho registrados en agosto y al -1 de junio.

“Conforme esto se traduzca en decisiones concretas de inversión y de contratación de empleados, se podría ver una reactivación de la actividad económica y del empleo formal en Lima Metropolitana [...]. Hay recuperación y las empresas están comenzando a ver mejoras, pero las familias aún no sienten ese impacto directo”, asegura el especialista.

Con respecto a los precios, Cerro afirma que si ya existe una corrección en el mercado, poco a poco los hogares limeños dejarán de percibir su aumento. “Algunos dicen que [el restablecimiento] de la producción del limón –factor que explicó en gran medida el aumento de la inflación de agosto– se dará en diciembre, pero también podría recuperarse gradualmente conforme se vayan mejorando las vías de acceso”, manifiesta.

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