La economía más igualitaria de la región, Nicaragua, ocupa el quinto puesto en el índice mundial de brechas de género. México es una de las naciones que más mejoras reportó en el 2018.
La economía más igualitaria de la región, Nicaragua, ocupa el quinto puesto en el índice mundial de brechas de género. México es una de las naciones que más mejoras reportó en el 2018.
Redacción EC

Según el último reporte sobre la Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), la brecha de género en América Latina se redujo ligeramente en el 2018. En la que sería la tercera región con mayor , se percibió una reducción de casi el 71% de la brecha general.

Y aunque la mejora global también es bienvenida a pesar de ser leve con respecto al 2017 -ese año fue el primero desde que se publica el informe (2006) en el que aumentó la brecha entre hombres y mujeres-, las diferencias todavía siguen siendo amplias.

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El WEF detalla que, siguiendo los datos actuales, se necesitarán 108 años para eliminar la brecha de género global y 202 años para lograr la equidad salarial en el lugar de trabajo.

"El estancamiento en la proporción de mujeres en el lugar de trabajo y la disminución de la representación femenina en la política, junto con una mayor desigualdad en el acceso a la salud y la educación, contrarrestan las mejoras en igualdad salarial y número de mujeres en puestos profesionales y son la causa de que la brecha de género mundial tan solo se redujera levemente en 2018", precisa el WEF en un comunicado.

En esa línea, si se toman las principales cifras mundiales puede percibirse en los resultados que, de los cuatro pilares cuantificados, solo el pilar de la oportunidad económica redujo su brecha de género.

El WEF explica que esto se debe en gran medida a una brecha de ingresos más reducida entre hombres y mujeres, situada en casi el 51% en 2018, y al número de mujeres en puestos de liderazgo, que representa el 34% a nivel mundial.

Sin embargo, en el mismo pilar económico, los datos sugieren que menos mujeres participan en la fuerza laboral. El caso del Perú es aún más crítico: en el 2019, la posición que tenía Perú en el ránking sobre este pilar era 69, y para el 2018 retrocedió al puesto 100.

En el plano general, el WEF alerta que el avance es preocupante en la materia por potenciales motivos. "Uno de ellos es que la automatización está teniendo un impacto desproporcionado en los roles que tradicionalmente desempeñan las mujeres. Al mismo tiempo, las mujeres están subrepresentadas en áreas laborales en crecimiento que requieren habilidades y conocimientos de los campos de la ciencia, la tecnología,la ingeniería y las matemáticas (campos STEM, por sus siglas en inglés)", resalta el informe.

Otra razón es que la infraestructura necesaria para ayudar a las mujeres a incorporarse o reincorporarse al mercado laboral, como el cuidado de los niños y ancianos, está subdesarrollada y el trabajo no remunerado sigue siendo principalmente responsabilidad de las mujeres.

"La consecuencia de ello es que las inversiones sustanciales realizadas por muchas economías para eliminar la brecha educativa no logran generar rendimientos óptimos en forma de crecimiento", menciona el WEF.

Sobre los pilares de política, salud y educación, también se percibe un deterioro en cuanto a las brechas de género. "En términos de empoderamiento político, el deterioro interanual puede atribuirse en parte a la menor permanencia de mujeres en cargos de jefe de estado en todo el mundo. Sin embargo, los datos también sugieren que se está produciendo una divergencia regional, ya que 22 economías occidentales presenciaron una mejora en el empoderamiento político de las mujeres, mientras que en el resto del mundo ocurrió lo contrario", señala el WEF.

Por lo que respecta a las mujeres en el parlamento, estas economías occidentales que,en conjunto,eliminaron el 41% de la brecha, registraron una progresión inversa en 2018.

LATINOAMÉRICA Y EL PERÚ
Para el WEF, el desempeño general de Perú (puesto 52) este 2018 se mantiene estable, con una brecha de género más estrecha en la participación de la fuerza laboral y entre los trabajadores profesionales y técnicos, compensado por una brecha más amplia en los legisladores, los funcionarios superiores y los gerentes. 

Nicaragua, el país con mayor igualdad de género en América Latina, es ahora el quinto en el índice mundial de brechas de género, según el informe, y la única economía fuera del norte de Europa que figura entre los cinco primeros.

En otras partes de la región, México (puesto 50) sube varios lugares tras mejorar en los cuatro subíndices, alcanzando su nivel de paridad de género más alto hasta la fecha. Chile (puesto 54) le sigue de cerca con una mayor proporción de mujeres en el Parlamento. Argentina (puesto 36) y Colombia (puesto 40) redujeron varias posiciones este año. Brasil (puesto 95) dio un significativo paso atrás, ya que la brecha de género general se situó en su punto máximo desde 2011.

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