(Foto: AP)
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Daniel Macera

El contraataque de fue rápido. Mientras que anunciaba el martes una lista 1.300 productos del gigante asiático –cuyos envíos suman US$50.000 millones– que podrían ser sujetos a un alza de aranceles, China informó ayer que sumará otros 106 artículos estadounidenses a la lista de artículos que tendrán aranceles del 25% sobre el producto en sus impuestos de ingreso.

¿El objetivo? Dar también un golpe de US$50.000 millones, pero en el comercio de EE.UU.

La medida del gobierno de tiene, además, un segundo mensaje: los 106 productos por gravar, que se suman a una lista previa de 128, son producidos principalmente por los estados norteamericanos que apoyaron al presidente durante su campaña presidencial. Los nuevos aranceles que impondrá China serán de entre 15% y 25%.

En respuesta, el secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, afirmó que la medida de China solo afectaría al 0,3% del PBI estadounidense.

EL PLEITO INICIAL 

Trump lanzó las primeras amenazas de esta guerra económica debido al déficit en la balanza comercial a favor de China de US$375.000 millones, según cifras del Departamento de Comercio de EE.UU.

En este sentido, la lista de 1.300 productos apunta a sectores de alta tecnología, los cuales China considera claves para el futuro de su economía, de acuerdo con un informe de Bloomberg. La administración Trump tiene 30 días para recibir comentarios y decidir si implementa total o parcialmente los cambios arancelarios.

EFECTO INCIERTO EN PERÚ

De acuerdo con Ian Vásquez, director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute, la incertidumbre que están creando estas medidas podría afectar al crecimiento y las inversiones mundiales.

“Estados Unidos y China son las economías que mueven el mundo. En una guerra comercial, ambas van a decrecer, así como también su demanda y producción, lo que sin duda repercutirá en el resto del planeta, esté involucrado o no”, afirmó Vásquez a El Comercio.

Dentro del ámbito peruano, el efecto se ha percibido a través de la caída del precio del cobre [ver infografía], que tiene relación directa con la economía.

En la misma línea, para el director ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima, Carlos Posada, la problemática podría golpear muchas de las proyecciones de consumo de China, lo que terminaría haciendo sentir su efecto en el Perú.

“Si las medidas siguen aumentando, esto impactaría en los precios de los commodities. En caso EE.UU. anuncie medidas [a las importaciones de] cobre y no especifique que son solo para China, ya la cosa se nos complica”, concluyó Posada.

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