La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, cobra un sueldo de US$14.900 según la web del Gobierno de Chile y ocupa el segundo lugar en este ránking. (Reuters)
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, cobra un sueldo de US$14.900 según la web del Gobierno de Chile y ocupa el segundo lugar en este ránking. (Reuters)
Agencia Reuters

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, admitió el jueves que la reforma al sistema de enviada al Congreso podría tener algún impacto negativo en el empleo, aunque remarcó que su implementación será gradual para reducir esos eventuales efectos.

La reforma propuesta, compuesta de tres iniciativas, incluye elevar del 10 al 15%  la cotización a cargo del empleador y que los fondos adicionales sean manejados por un ente estatal.

Un informe de productividad de los ministerios de Hacienda y del Trabajo estimó que la implementación de la reforma podría tener un efecto negativo de entre 2.200 y hasta 394.000 puestos de trabajo menos, con efectos intermedios de 60.000 a 124.000.

Pero la mandataria  desdramatizó esas estimaciones, debido a que el proyecto contempla un alza escalonada en las cotizaciones para amortiguar sus efectos económicos. "Si bien es cierto que puede tener un impacto, no creo que sea de ese tenor, tan alto", dijo Bachelet a la radio local Universo.

"(La reforma) está hecha de manera muy seria, hay una gradualidad que parte con un 1%  hasta ir completando gradualmente al 5% en seis años", agregó.

Bachelet ha prometido que con estas medidas las pensiones de un 90% de los actuales beneficiarios mejorarán en un 20%. Las poderosas administradoras privadas de fondos de pensiones (AFP) han rechazado la iniciativa, que les impedirá gestionar los aportes adicionales de los trabajadores.

Desde el equipo económico del candidato presidencial conservador Sebastián Piñera estimaron que el proyecto tendrá un impacto relevante y negativo en el mercado laboral.

Piñera, quien dijo en una reciente entrevista a Reuters que buscará modificar la propuesta si llega al poder, ha planteado un alza del 4% en las cotizaciones con cargo al empleador. El candidato, quien lidera las encuestas, también es partidario de que los fondos sean manejados por las AFP.

En tanto, el candidato presidencial oficialista Alejandro Guillier, junto con calificar como un "desastre" el actual sistema de pensiones, desestimó que la reforma provoque un impacto en el empleo, dado la gradualidad estimada de seis años plazo en su implementación.

"No debería tener un impacto demasiado significativo, es muy residual, pero se compensa ampliamente con otras medidas que nosotros estamos proponiendo", dijo aludiendo a una mayor inversión en infraestructura para dinamizar la economía y el empleo.

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