Funcionarios chinos han esbozado una serie de posibles concesiones a la administración Trump por primera vez desde el verano, mientras continúan tratando de resolver una guerra comercial entre las naciones, según tres personas cercanas a las discusiones.
Los compromisos hasta ahora no alcanzan a cumplir con las grandes reformas estructurales que el presidente Donald Trump ha estado exigiendo, señalaron dos de las fuentes, advirtiendo que queda un largo camino por recorrer en las negociaciones. Una persona dijo que las conversaciones entre las dos mayores economías del mundo continúan y son constructivas.
Como resultado, sostuvo una de las fuentes, surgen dudas sobre la posibilidad de que Trump logre un acuerdo con su homólogo chino Xi Jinping cuando los dos líderes se reúnan a finales de este mes en el marco de la cumbre del Grupo de los 20 en Buenos Aires.
La mayor parte del documento parece ser una repetición de cambios anteriores que ya realizó Pekín, como aumentar los límites a la inversión extranjera en ciertas industrias, según una persona. No contiene el tipo de compromiso de cambiar las políticas industriales como el plan “Made in China 2025” de Xi que Washington ha estado buscando, según una persona con conocimiento de las discusiones.
Otras dos personas familiarizadas con las conversaciones también dijeron que la oferta china era una señal de lo que calificaron de conversaciones constructivas entre las dos partes previo a la reunión prevista del G20 entre ambos líderes.
Un portavoz del Departamento del Tesoro no respondió a una solicitud de comentarios por correo electrónico. En una sesión informativa en Pekín el jueves, un portavoz del Ministerio de Comercio de China no respondió a las preguntas de los periodistas sobre si China había enviado una lista de concesiones.
Las acciones registraron leves ganancias en la mayor parte de Asia el jueves, mientras que el yuan offshore subió un 0,2% a 6,9328 por dólar.
‘EN TODOS LOS NIVELES’
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el principal emisario económico de Xi, Liu He, hablaron el viernes pasado por primera vez en meses. Desde entonces, se han celebrado negociaciones de menor nivel y Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de Trump, dijo el martes que las dos capitales estaban en contacto “en todos los niveles”.
Por parte de Estados Unidos, las discusiones las dirige actualmente Mnuchin y el Tesoro, lo que ha suscitado preguntas entre algunos observadores sobre el proceso.
Mnuchin es visto como un partidario de un acuerdo dentro de la administración, mientras que otros como Robert Lighthizer, el representante de comercio de EE.UU., han estado presionando para que continúe aumentando la presión sobre Pekín para tratar de que se impulsen reformas más significativas.
Mnuchin también estuvo detrás de un acuerdo marco anunciado en mayo, del que Trump se retractó posteriormente en medio de las críticas de los demócratas y los republicanos en Washington de que estaba siendo demasiado blando con
“Mnuchin y Kudlow no pueden crear un acuerdo comercial. No son capaces de hacerlo”, dijo Derek Scissors, experto en China del conservador American Enterprise Institute, quien señaló la falta de experiencia de ambos funcionarios en negociaciones comerciales difíciles. “Hasta que no vea a Lighthizer que ordene comenzar la ofensiva, no creo que haya un acuerdo comercial”.
Scissors, quien anteriormente ha asesorado a la administración Trump sobre su postura comercial en China, dijo en una entrevista el miércoles que el resultado más probable de la reunión Trump-Xi en el G20 era un “alto el fuego”, o un acuerdo para evitar una mayor escalada en los aranceles mientras las dos partes mantienen conversaciones más profundas.
Sin embargo, dijo que el abismo entre las dos partes en cuestiones como la política industrial china y el robo de propiedad intelectual sigue siendo enorme y que, como resultado, es probable que cualquier negociación posterior al G20 sea difícil.