Datos de consumo ayudarán a entender política monetaria de EEUU
Datos de consumo ayudarán a entender política monetaria de EEUU
Giuliana Fierro

Tras una semana marcada por la comparecencia de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, ante el Congreso de , el mercado intenta seguir descifrando el futuro de las tasas de interés de referencia de la .

Nathaniel Karp explica a El Comercio sus perspectivas sobre el siguiente paso de la autoridad monetaria de Estados Unidos. 

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— Janet Yellen no ha descartado que se puedan utilizar tasas negativas nominales. ¿Qué tan deteriorado debe estar el mercado para que la FED considere tomar una medida tan heterodoxa? 
Europa no llegó a tasas negativas con una amenaza de bajo crecimiento; Europa llegó a estas tasas con una recesión muy fuerte y buscando evitar a toda costa entrar en un escenario deflacionario. La zona euro estaba en una situación muy complicada y no había otra opción: después de las tasas negativas ya te queda muy poco. 

En cambio, creo que en el caso de la FED la utilización de una tasa negativa es algo que no se descarta, ya que hay evidencia de que se podría llegar a utilizar y no es el fin del mundo –en el caso del BCE tuvo un efecto favorable. Pero de ahí a pensar que están planeando su implementación, definitivamente no lo creo, porque la situación económica no está remotamente cerca de ello. Tendríamos que ver un deterioro muy dramático.

— Tras dos días de escuchar a Yellen ante el Congreso, ¿cuántas veces cree que las tasas de interés podrían subir este año? 
La visión que tenemos en BBVA Research desde el año pasado es de solo dos aumentos y no de cuatro. Nos basamos en una perspectiva más cautelosa de que la inflación no iba a repuntar tan rápido, el crecimiento de la economía no iba a ser tan profundo y los mercados financieros estaban generando un poco de lastre sobre la economía.

No queremos sonar negativos ni pesimistas pero sí queremos marcar una pauta dando una señal muy clara de que no esperábamos una visión tan benévola como el mercado, o la propia FED. Los mercados se han ido corrigiendo, pero si uno lee entre líneas el discurso de Yellen, está muy claro que no van a subir las tasas en marzo.

Creo que parte de la labor de la FED es salir a decir que todo está bien, su trabajo es mantener la calma y la estabilidad financiera. En marzo serán más cautelosos, sonarán más negativos pero no catastróficos. Dirán que van a pasar de cuatro a tres aumentos, lo que está en línea con nuestra previsión.

— ¿Cuáles son los datos más relevantes para la decisión de subir las tasas de la FED
Donde la Reserva Federal va a tener que estar muy atenta es en las cosas que se esperaba que vayan bien y que nos pueden sorprender por lo negativo. Por el lado de la economía real diría que un 70% u 80% corresponde al consumo de los hogares, es ahí donde hay que dar un seguimiento muy cercano a las ventas, que es el primer indicador que sale.

Unas semanas más tarde se publica el dato del consumo mensual, que nos dará una película más completa. Quien habla de consumo también habla de salarios y de la creación de empleo. Si el empleo y los salarios crecen, hay soporte.

— ¿Qué factores harían que la FED no suba las tasas de referencia? 
La inflación. Si la FED quiere salir a decirle al mercado que van a subir la tasa de interés porque tienen la confianza de que la inflación va a regresar en el mediano plazo a su objetivo del 2%, se va a encontrar con una situación muy complicada porque las expectativas del mercado están moviéndose en situación contraria.

La FED le va a dar más atención a esos factores que están yendo en contra de donde deberían moverse para que la inflación se incremente: el dólar, el precio del petróleo, la estabilidad del sistema financiero.

 — ¿Y con datos sólidos sobre el empleo ? 
Todavía tenemos que esperar para ver cuál es el impacto sobre el empleo y el salario. Solo entonces vamos a tener una idea clara de cuál va a ser el impacto sobre el consumo, que finalmente es el bastión o el ancla que está conteniendo a la economía contra el embate que está teniendo la inversión no residencial, las exportaciones, el sector minero, la producción industrial.

La FED necesita saber qué pasó en febrero, marzo y abril con este sector para que lleguen a la reunión de junio con una idea muy clara de si la inflación va a aumentar. Ahí van a estar en mejor posición para valorar si lo que continúa es seguir dando una comunicación de cautela o empezar a plantearse una situación donde amerite abandonar su estrategia.

— Se ha comenzado a especular sobre una posible crisis de bancos europeos. ¿Cómo ve en ese contexto a la banca de EE.UU.?
Diría que es uno de los sectores más sólidos en este momento. Pero hay una exposición externa de la que nadie se atreve a  hablar y que desde el punto de vista de la banca es muy compleja, porque se trata de los créditos a bancos y gobiernos de mercados emergentes.

Gran parte de la incertidumbre que existe en los mercados es originada por China. Además del ajuste de la política cambiaria y de la depreciación de la moneda, lo que China está haciendo es  algo que nunca antes nadie ha hecho: cambiar un modelo que les ha funcionado durante los últimos 15 años, para pasar a otro basado en consumo interno y servicios. Lo que todos se preguntan es quién está detrás de esto, cómo se está controlando y si se tiene la capacidad de manejarlo o no. La incertidumbre que eso genera es grande.

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