El crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleró menos a lo estimado previamente en el cuarto trimestre de 2017, debido a que la mayor alza en el gasto del consumidor en tres años contrarrestó parcialmente los problemas generados por una escalada en las importaciones. El producto bruto interno (PBI) se expandió a una tasa anual de 2,9% en los tres últimos meses de 2017, en vez del incremento reportado previamente de 2,5%, dijo el Departamento de Comercio. (Foto: Reuters)
El crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleró menos a lo estimado previamente en el cuarto trimestre de 2017, debido a que la mayor alza en el gasto del consumidor en tres años contrarrestó parcialmente los problemas generados por una escalada en las importaciones. El producto bruto interno (PBI) se expandió a una tasa anual de 2,9% en los tres últimos meses de 2017, en vez del incremento reportado previamente de 2,5%, dijo el Departamento de Comercio. (Foto: Reuters)
Agencia AFP

El de en el primer trimestre del año fue revisado ligeramente a la baja el miércoles, a 2,2%, aun así un ritmo decente al tratarse de meses de invierno, según la segunda estimación del Departamento de Comercio.

La segunda estimación del crecimiento anualizado del producto interior bruto (PIB) estadounidense entre enero y marzo de 2018 es 0,1 puntos inferior a la primera, y notablemente más bajo que el aumento del 2,9% registrado en el último trimestre de 2017.

El consumo más débil de lo esperado, un mercado inmobiliario ralentizado, las exportaciones más flojas y la reducción de las inversiones en el mercado de valores explican la revisión a la baja, indicó el departamento.

El crecimiento del 2,2% es el mejor primer trimestre de los últimos dos años, aunque es un ritmo lento después de los masivos recortes impositivos, principalmente para favorecer a las empresas, aprobados en diciembre por la administración de Donald Trump.

El mandatario había asegurado poder acelerar la economía estadounidense a un ritmo superior al 3%.

En comparación con finales de 2017, cuando el consumo de estadounidense se disparó arrastrado por el optimismo bursátil y por el repunte después de los huracanes, los estadounidenses apenas aumentaron el gasto (+1%) a principios de 2018, el peor índice en casi cinco años.

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