(Foto: AP)
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Agencia Bloomberg

El apoyo enérgico de las empresas de tecnología a favor de los hijos de inmigrantes indocumentados en podría dejar a la industria lista para su mayor enfrentamiento hasta ahora con el presidente y los republicanos en el Congreso.

Ejecutivos de Microsoft Corp., Facebook Inc. y Alphabet Inc. fueron los más fuertes en condenar la decisión de Trump el martes de poner fin al programa de Acción Diferida por Llegadas durante la Niñez, o , por sus siglas en inglés.

Bajo la medida, quienes llegaron sin autorización cuando eran menores de edad a EE.UU. pueden trabajar, conducir y matricularse en la universidad. El presidente dio al Congreso seis meses para aprobar leyes que remplacen el programa. Si eso no sucede, podría abrir un nuevo frente en la guerra intermitente entre las compañías tecnológicas más poderosas del mundo y el gobierno de EE.UU.

"Vamos a luchar junto a ti para ayudar a que esto se resuelva. No sólo para la gente que está en DACA sino para todos los soñadores y gente indocumentada ", dijo el presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, durante una conversación en vivo con tres jóvenes cobijados por DACA, conocidos también como "dreamers" o soñadores.

El jefe jurídico de Microsoft, Brad Smith, instó al Congreso a dar prioridad a la búsqueda de un reemplazo para DACA y más tarde le dijo al servicio de noticias público NPR que el gobierno tendría que "pasar sobre nosotros" si intentaba deportar soñadores empleados por la compañía.

"Saber directamente de los presidentes ejecutivos que son ellos los que expresan su apoyan y la razón por la que sienten que es importante, eso nunca ha ocurrido antes, no en la medida en que está sucediendo ahora", dijo Elizabeth Vilchis, una soñadora que trabaja en NEXT, la startup de inversión de Samsung Electronics Co. Samsung declinó hacer comentarios.

Vilchis dijo que ella y otros soñadores esperan que las compañías tecnológicas más poderosas sigan sus palabras con acciones, como exigir al gobierno o dar a los empleados afectados la opción de mantener sus puestos de trabajo. La mujer tiene dudas de que seis meses sea tiempo suficiente para que se apruebe un reemplazo significativo en el Congreso y se está preparando para lo peor.

Ava Benach, una abogada de inmigración con sede en Washington, dijo que el sector tecnológico ha sido el crítico más enérgico de la decisión de Trump entre el mundo empresarial. Benach atribuye la posición enérgica de Silicon Valley a un deseo de permanecer en línea con los clientes, un contraste con otras prioridades de inmigración, como el programa de visas H-1B, que afectan a una gran proporción de su fuerza de trabajo.

Microsoft solicita miles de visas H-1B cada año, por ejemplo, pero dice que tiene 39 empleados cuyo estatus migratorio depende de DACA. "Por los 39 empleados de Microsoft, hay más de 800.000 beneficiados de DACA que utilizan productos de Microsoft y quieren sentirse bien al respecto", dijo Benach.

El sector tecnológico, que emplea a muchos trabajadores nacidos en el extranjero y sus hijos, ha sido más vocal que otras industrias en cuestiones de inmigración, lo que llevó a demandar la orden de Trump de prohibir la inmigración de algunas naciones en su mayoría musulmanas este año.

Amazon.com Inc. y Microsoft ya se han unido a una demanda dirigida por una coalición de gobiernos estatales en apoyo a DACA.

También está el hecho de que California - sede de Silicon Valley - sería el gran perdedor con una desaparición de DACA. El estado tiene alrededor de 200.000 soñadores empleados, el doble de la concentración más próxima en Texas, según el Center for American Progress, un centro de estudio.

Esos trabajadores contribuyen con un estimado de US$11.600 millones a la economía de California cada año, estima la entidad.

SIN GARANTÍAS

No hay garantía de que el Congreso actúe. La legislatura tiene un calendario de otoño bastante ocupado y algunos conservadores también se oponen a ceder cualquier terreno en inmigración.

Algunos temen que las autoridades puedan utilizar la información personal que los solicitantes proporcionan para obtener permisos de trabajo para encontrarlos y deportarlos. Aunque Trump dijo que no es su intención, Vilchis, quien llegó a EE.UU. desde México cuando tenía siete años, no está tan segura.

"Este gobierno no va a ir a ninguna parte durante los próximos dos años", dijo. "Puedo ir a un país que me apoye donde me ayuden a promover mis habilidades, me ayude a avanzar en mi carrera, o puedo sentarme aquí y estar llena de preocupación y ansiedad de que mi información va a ser usada y voy a ser un blanco".

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