(Foto: Archivo)
(Foto: Archivo)
Franco Balza Tassara Cánepa

Más de 90.000 familias lograron tener electricidad en sus hogares el año pasado. Esto gracias a la entrada en operación comercial de la central solar Intipampa, operada por Engie Energía Perú, que posee una capacidad de producción de 122 gigavatios por hora.

Esta central solar, ubicada en Pampa Lagunas (Moquegua), tiene una particularidad: protege el medio ambiente, ya que evita la emisión de más de 51.000 toneladas de dióxido de carbono cada año.

Gracias a estos resultados, Engie ganó en la categoría Servicios Públicos del concurso Creatividad Empresarial que impulsa la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC).

OBJETIVOS CUMPLIDOS

“Intipampa fue la oportunidad de cumplir con dos objetivos que nos habíamos propuesto en la empresa”, dijo Vincent Vanderstockt, vicepresidente de Desarrollo de Engie Energía Perú.

Uno de ellos fue desarrollar energía limpia, económica y renovable en el Perú. El segundo era ser parte de la transformación energética del país, aportando al sistema de abastecimiento eléctrico interconectado.

Al operar en un desierto, Engie tiene como prioridad el consumo responsable de agua, aseguró su vicepresidente de Desarrollo, Vincent Vanderstockt. (Foto: El Comercio)
Al operar en un desierto, Engie tiene como prioridad el consumo responsable de agua, aseguró su vicepresidente de Desarrollo, Vincent Vanderstockt. (Foto: El Comercio)

“En el Perú hay personas que aún no tienen electricidad y nosotros queremos ayudar a darles acceso a este recurso”, subrayó .

PROYECTOS

Actualmente, Engie está trabajando en un proceso para poder optimizar sus operaciones, explicó Vanderstockt.

Uno de los principales inconvenientes que existen en la central solar es que los paneles suelen ensuciarse al estar ubicados en un desierto.

La gran cantidad de arena que se posa sobre los paneles diariamente hace imprescindible una labor de limpieza ardua, esto para que los paneles puedan absorber la luz solar y así se pueda mantener la calidad del servicio.

Para ello, Engie está probando varios métodos de limpieza, entre los que se encuentra el uso de robots. Minimizar el consumo de agua es otra de las preocupaciones de la empresa, tomando en cuenta la coyuntura actual de la crisis climática global y la geografía en la que operan.

“Al estar ubicados en un desierto, traer agua resulta costoso y complicado”, dijo Vanderstockt.

En cuanto a futuros proyectos, Engie cuenta con un equipo dedicado a desarrollar iniciativas de energía renovable. “Esperamos poder terminarlos pronto. Estamos trabajando en ellos desde hace unos años”, finalizó.

Contenido sugerido

Contenido GEC