Ataques de hackers a clientes bancarios creció en 20% este año
Ataques de hackers a clientes bancarios creció en 20% este año

La posibilidad de abrir una para hacer un pago, pedir un préstamo o gestionar sus cuentas es cada vez más frecuente gracias a las denominadas "fintech", empresas digitales especializadas en brindar servicios financieros.

Según un informe del diario "El País", este sector ya mueve 11.000 millones de euros y sus usuarios crecen a tasas de tres dígitos. Solo en España, que no es el mercado más avanzado de Europa en aplicaciones, ya operan 120 "fintech".

PayPal, Square, Stripe o Funding Circle, entre otras, operan desde Silicon Valley y Londres, principalmente, y son ahora el objeto del deseo de los fondos de inversión. Las fintech copan el 21,5% del capital que fue a parar a las startups, solo por detrás del comercio electrónico.

La mayoría de las aplicaciones fintech se dedican a los medios de pago (23%). Le siguen las especializadas en préstamos (21%), los agregadores financieros (18%) y las dedicadas al crowdlending (17%). Casi la mitad (48%) ofrece servicios para consumidores finales, mientras que el 38% se dedica a las empresas y el 14% a ambos mercados.

Según "El País", una de las ventajas de esas empresas es la sencillez de los procedimientos y la transparencia en las comisiones. En el pasado Mobile World Congress, celebrado en Barcelona, el fundador de la compañía norteamericana Stripe, Patrick Collison, colmó las expectativas del auditorio al anunciar el lanzamiento de Stripe Atlas, un nuevo producto para facilitar a emprendedores extranjeros la creación de una empresa en Estados Unidos. El interesado solo debe rellenar un formulario y abonar 500 dólares, mientras que la startup especializada en pagos a través de Internet se encarga de inscribir la empresa en el registro del Estado de Delaware, abrir una cuenta en Silicon Valley Bank y otra de Stripe, además de ofrecerle asesoría legal e informática. La respuesta inicial es cuestión de horas, y todo el proceso, de días. Todo a causa de la automatización de los procesos.

En Spotcap, un robot se encarga de rastrear las cuentas bancarias y las facturas del demandante de un crédito para dar luz verde o denegar la petición. Al cliente le basta con entregar los IVA y las contraseñas bancarias, que luego son desechadas. “El consumidor también está cambiando su mentalidad. Nadie se hubiera planteado hace unos años dejar sus claves a terceros, aunque luego estos las eliminaran. Ahora lo hacen, ya sea para obtener un préstamo o bien mejorar la gestión de sus cuentas”, señala Rodrigo García de la Cruz, codirector del programa de Innovación y Tecnología Financiera del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). “La ventaja que tenemos es la transparencia y la eficiencia. Y además aterrizamos en la economía real, es decir, nos hemos adecuado a las necesidades empresariales”, sostiene Toni Rami, fundador de Kantox.
Las entidades financieras se debaten hoy entre forjar alianzas o comprar fintech o bien desarrollar su propia estrategia tecnológica. En cualquier caso, estas startup están llamadas a participar en la definición del banco del futuro. “Tendremos grandes entidades que prestarán los servicios básicos y el usuario realizará operaciones mediante varias plataformas”, augura Rami. “El banco del futuro”, coincide Bestard, “será más parecido a un sistema operativo móvil. La banca será la carretera sobre la que funcionará todo, porque dependemos de ella. A partir de esa infraestructura, el usuario tendrá varias aplicaciones con las que realizará operaciones”.

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