Gestión y artes escénicas: ¿Cómo se relacionan ambos rubros?

"Cuando se trata de artes, no hay que temerle a la palabra negocio". Son palabras de Leonardo Torres Vilar, un reconocido actor y director peruano de teatro y televisión quien, a partir de este año, asume el reto de dirigir la carrera de artes escénicas de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). 

En conversación con El Comercio, Torres Vilar adelanta la visión que tendrá esta nueva carrera, destaca la importancia del teatro y, en ese sentido, la necesidad de que se potencie la imagen de actor - generador de contenido en el mundo artístico. 

¿Cuál es el enfoque que buscan darle a la carrera de artes escénicas? 
La actividad teatral gira en torno a dos entes vitales: el público y el actor. Si falta uno de ellos dos, no puede darse el hecho teatral. Cualquier estudiante de una carrera de artes escénicas destina muchas horas de trabajo y estudio al entrenamiento actoral, que implica trabajar la técnica, el cuerpo y la voz. El resto de horas deben emplearse en proveer al estudiante de una formación integral, que implica el conocimiento de ciencias sociales, historia del arte con énfasis en el teatro, etc.; y este punto es importante para nosotros en la UPC. 

¿Hay algún valor añadido que usted pudiera resaltar en la malla curricular que han preparado para esta carrera?
Si queremos educar, ya no solo al actor, sino al teatrista peruano del futuro, aquel que sepa atraer a ese ente esquivo que es el público, debemos enseñarle a gestionar e innovar. Nuestra carrera hace hincapié en el elemento de gestión; en cómo hacer teatro que sea deseable para el público. Buscamos crear un producto bueno desde un punto de vista técnico y artístico, que pueda ser vendido. Y la innovación requiere de profesionales creativos, disconformes, empáticos con todo tipo de manifestaciones culturales, dispuestos a probar nuevos caminos que no dejen de ser interesantes y vendibles. Cuando se trata de las artes, no hay que temerle a la palabra “negocio.”

¿Hay demanda laboral en nuestro país para las personas que buscan dedicarse de lleno a las artes escénicas?
Deberá haberla en el futuro. El teatro no ocupa en el Perú el lugar que merece como arte ni como entretenimiento, y es necesario cambiar eso. El teatrista no debe olvidarse del público, cualquier espectáculo debe ser creado pensando en el público. Es necesario que todos estemos de acuerdo con eso para que pueda gestionarse una audiencia. Ya hay esfuerzos importantes en ese sentido, como el foro organizado hace poco por el Centro Cultural Británico, y que ha resultado en una publicación indispensable para todos los que producen teatro.

¿Puede proponerse a las artes escénicas como una carrera rentable para los interesados en estudiarla? 
En nuestro caso, es un plan de estudios multidisciplinario. Los estudiantes irán descubriendo, según avancen, si la actuación es aquello que más les atrae y si tienen el potencial para ello, o es a lo mejor la gestión y producción teatral. El actor no solo consigue trabajo en teatro. Están la televisión y el cine, las locuciones, la publicidad. La carrera ofrece también la posibilidad de especializarse en diseño escenográfico o diseño de vestuario teatral, por ejemplo. Trabajo hay, pero el compromiso de la carrera es crear más trabajo.

En la malla curricular de la carrera aparecen cursos de gestión. ¿Por qué es importante tenerlos presentes?
Uno de los mayores objetivos de nuestro plan de estudios es formar al actor-generador de teatro. Pero repito: un teatro dirigido al público, que devuelva al público a las salas, y que cree público nuevo. El proceso de comunicación no debe quedar solo en la “mente genial” del emisor. El teatro debería ser una experiencia emocional para el espectador, al tiempo que le permite verse reflejado en el escenario, y cuestionar lo incuestionable, cuestionarse a sí mismo. El teatro como un placer para la mente y el espíritu. ¿No sería fantástico vivir en un país donde la gente haga del teatro una costumbre y un placer?