En los últimos dos meses, la colocación de créditos en el sistema financiero ha comenzado a estabilizarse en tasas de crecimiento de doble dígito. Los indicadores disponibles a setiembre apuntan a que este crecimiento se estaría dando de forma saludable.
De acuerdo con cifras del Banco Central de Reserva (BCR), la morosidad de los créditos se redujo por tercera vez en el año. Así, a setiembre se tuvo un 3,46% de la cartera que presenta atrasos en los pagos.
La cifra es 0,14 puntos porcentuales inferior a la registrada en el mes previo y se explica por un mayor cumplimiento en las obligaciones de parte de las empresas y personas.
En el rubro de crédito personal, las hipotecas registran la menor tasa de morosidad, que fue 2,92% en setiembre y bajó cinco centésimas. Un 3,32% de la cartera de créditos de consumo registra atrasos; esto implica un retroceso de 0,37 puntos respecto al dato de agosto y fue impulsado por el negocio de tarjetas de crédito.
CORPORATIVOS
En el segmento empresarial, hubo caída de la morosidad en todos los productos. En total, el incumplimiento pasó de 3,72% hasta 3,62%; donde resalta que las corporaciones y grandes empresas se mantienen como el segmento más cumplidor: un 0,6% de la cartera está atrasado.
La sorpresa positiva del mes la dieron las firmas medianas, cuya morosidad se redujo en casi medio punto porcentual: pasó de 8,21% a 7,76%.
En el ámbito de las microempresas y pequeñas empresas (mypes) la morosidad se mantuvo relativamente estable en 7,83%. Sin embargo, persiste en un nivel alto respecto al cierre del 2017; cuando el incumplimiento era 7,12%.