Hoy a las 15:30 horas, en las instalaciones de la empresa Graña y Montero (G&M) en Miraflores, se realizó la Junta General de Accionistas convocada para conocer las acciones que viene realizando la empresa a raíz del impacto del Caso Odebrecht y de la terminación del contrato del Gasoducto Sur Peruano en sus operaciones, sus resultados, su reputación y en el valor de sus acciones.
Según informó Graña y Montero en una nota de prensa, la junta fue conducida por el presidente saliente de la compañía, José Graña Miró Quesada, y contó con la asistencia de los representantes del 75% del capital accionario de la empresa. La agenda de la reunión incluyó cuatro puntos:
1. La posición oficial de la empresa ante los actos de corrupción de
Odebrecht.
2. Los siguientes pasos en relación al Gasoducto Sur Peruano.
3. La concesión de Obras Hidráulicas Mayores del Proyecto Chavimochic III
Etapa.
4. Detalles del plan de acción financiero, de auditoría y control, de
reforzamiento gerencial y de comunicación.
Luego de la exposición realizada por Mario Alvarado Pflucker, quien ayer renució a la gerencia general corporativa del conglomerado, se procedió a una ronda de preguntas en la que Alvarado reiteró que ninguno de los directores o ejecutivos de G&M conoció ni tuvo participación alguno de los actos de corrupción confesados por Odebrecht.
El ex ejecutivo estuvo acompañado del equipo gerencial. Según la nota de prensa, estos fueron "claros y explícitos en las respuestas a los temas de interés de los accionistas".
Asimismo, en esta junta los directivos de la empresa informaron que, dada la coyuntura, el directorio ha solicitado a sus auditores externos que culminen "los procedimientos adicionales que sean necesarios para verificar que no existe ninguna posible contingencia o impacto que pueda afectar los mismos; aun cuando ello pueda implicar la entrega tardía de los mismos".