TV digital cumple 10 años con poco avance y grandes desafíos
Marcela Mendoza Riofrío

Este mes se cumplieron diez años desde que el país inició su proceso de migración hacia la TV . La carrera llegará a su fin cuando se concrete el apagón analógico, el cual empezará en Lima dentro de dos años y luego se irá concretando de a pocos en el resto de ciudades. 


El ha informado que en Lima solo dos de las 23 radiotransmisoras existentes carecen de transmisiones digitales y no están listas para el cambio. No obstante, además de los emisores, deben estar listos los receptores (es decir, los televisores), por lo cual se ha iniciado una campaña de promoción para incentivar la compra de equipos preparados para la señal digital. 

Esa campaña no impulsará un alza en ventas similar a la que genera un mundial de fútbol (más de 30%), pero sí tendrá un impacto positivo que marcará mayores ventas durante este y los próximos dos años, estimó José Carlos Quispe, analista de GfK Perú. 

No existen estudios actuales de cuántos hogares tienen ya televisores digitales (en la última encuesta, realizada hace cinco años, solo 14% tenía uno). Sin embargo, tanto el MTC como los analistas coinciden en que existe todavía un grupo importante de hogares que no tienen los televisores adecuados (o decodificadores que les permitan adaptarse), pues la tasa de renovación es superior a los cinco años.

Trabas y rezago

El proceso de migración hacia lo digital se inició a fines de febrero del 2007, cuando el Estado formó una comisión encargada de elegir qué estándar tecnológico íbamos a utilizar en el país.

Entonces existían tres opciones: la estadounidense, la europea y la brasileño-japonesa. La citada comisión debía revisar los aspectos técnicos y económicos de cada propuesta y escoger la más apropiada para el país. 

Tras dos años de trabajo y hasta cinco postergaciones en el plazo, se eligió el estándar brasileño-japonés. La alternativa ganó por sus mejores prestaciones técnicas y porque sus representantes ofrecieron que los decodificadores costarían solo US$30, casi cuatro veces menos que el precio vigente en el mercado. 

En aquel entonces, Enrique Cornejo era el titular del MTC y Jorge Cuba, hoy procesado por el Caso Odebrecht, viceministro de Comunicaciones. Ellos ofrecieron ante la prensa que, en alianza con Brasil, se montarían aquí fábricas de decodificadores, lo cual conllevaría inversiones por unos US$100 millones. 

Ese mismo año se firmó un acuerdo de cooperación bilateral (“memorándum de entendimiento”) con Brasil que incluía promover financiamientos, ‘joint ventures’ para las fábricas y facilidades para las importaciones brasileñas. El acuerdo tenía validez ilimitada en el tiempo y establecía que, si surgían discrepancias, estas se resolverían mediante el diálogo. 

Para el 2010 se inició el proceso de migración en las radiotransmisoras y para el 2012 ya había comenzado la venta de televisores listos para el estándar brasileño-japonés, pero no se concretaron las fábricas de decodificadores. 

Mientras tanto, en el ‘retail’ se siguieron vendiendo televisores que no servían para la señal brasileña-japonesa, sino para la estadounidense. La consecuencia fue que en el 2014 el titular del MTC del momento, José Gallardo, tuvo que postergar el inicio del apagón, previsto para ese año, por cinco años más.

En la actualidad, todavía cerca del 6% de los 1,8 millones de televisores importados al año, según GfK y el MTC, no vienen listos para el estándar brasileño-japonés. Otra tarea pendiente es la migración de estaciones al interior del país. Según el MTC, del total de 1.444 estaciones existentes, solo nueve estarían transmitiendo la señal digital. 

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