La empresa minera canadiense Bear Creek advirtió al Gobierno que si no se logra llegar a un "acuerdo amistoso" tras la cancelación de sus derechos para operar la mina de plata Santa Ana, en Puno, solicitará un arbitraje contra el Estado peruano amparado en el TLC entre Canadá y Perú.
Bear Creek dijo a través de un comunicado que la decisión del Gobierno peruano de cancelar la concesión ha supuesto "daños significativos para la compañía" y que "las acciones de Perú violan el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Canadá y Perú, las leyes peruanas e internacionales".
El gobierno del ex presidente Alan García canceló en junio de 2011 la concesión de Bear Creek, que había sido concedida en 2007 a través de un decreto presidencial, después de violentas protestas en la región de Puno por parte de indígenas aimaras.
Bear Creek, que en julio del 2011 interpuso un amparo constitucional contra el Gobierno peruano, presentó este jueves a las autoridades peruanas la notificación de intención para solicitar arbitraje bajo el TLC entre Canadá y Perú.
PLAZO DE SEIS MESES
La empresa dijo que la notificación "también inicia un periodo de consultas de seis meses entre las partes durante el que tienen que continuar intentando llegar a un acuerdo amistoso".
"Si no se alcanza un acuerdo amistoso en ese periodo de seis meses, la compañía puede iniciar un proceso de arbitraje internacional contra Perú de acuerdo al TLC entre Canadá y Perú", señaló.
El ministro de Energía y Minas, Jorge Cornejo, aseguró en octubre del año pasado que estaba buscando, precisamente, una "solución amistosa" con la minera, pero la amenaza de la minera muestra que no se ha avanzado en ese camino.
Bear Creek explicó que la mina de Santa Ana contiene unas reservas probadas y probables de 63,2 millones de onzas de plata.
La empresa también señaló que está dispuesta a completar el estudio de impacto medioambiental (EIA) que fue suspendido en 2011.
En septiembre del año pasado, la empresa canadiense dijo que el futuro de la mina Corani, otro proyecto de Bear Creek en Perú, depende de la resolución del conflicto de Santa Ana.
"La resolución con éxito de estos asuntos y la devolución a Bear Creek del derecho a operar Santa Ana es crítico para que la compañía tenga la capacidad de conseguir la financiación para la construcción de Corani", dijo entonces el director ejecutivo de Bear Creek, Andrew Swarthout.