(Foto: El Comercio)
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Inés Temple

Comparto algunas de las actitudes, frases y consejos que escucho repetir a muchos y que, sin darse cuenta, terminan alejándolos indefectiblemente de sus anhelados ascensos y promociones.

1. Haz lo justo y haz solo lo que te pagan por hacer. No trates tampoco de hacer todo perfecto siempre, que no es cuestión de parecer desesperado por una promoción. Además, recuerda que no te están pagando lo que mereces y a otros seguro que les pagan más que a ti por hacer lo mismo.

2. Quéjate de todo y siempre. Quéjate de la cantidad de trabajo que tienes, de la falta de recursos que te dan, de los clientes que te presionan, de los proveedores que no te cumplen, de los colegas que no te apoyan. Y, por supuesto, quéjate de tu jefe. Recuerda: al que no se queja lo sobrecargan de trabajo.

3. Demuestra tu estrés y deja que tu cara lo comparta con todos. Y que nadie se atreva a decirte que es difícil trabajar con alguien negativo como tú. Además, no tienes por qué fingir una felicidad que no sientes, ni que te pagaran por sonreír. Ya te han dicho que tu mala actitud es la vía perfecta para perder ese ascenso que esperas, pero tu cara no es algo que tú puedas cambiar, ¿cierto?

4. Discute cada punto y cada idea intensamente. ¡Y hazlo cada día! Mejor aún, discute con tu jefe delante de todos. Es importante que tanto él como los demás tengan bien claro que tú tienes tus opiniones bien formadas y que sabes defenderlas. Total, tú no eres sumiso y asegúrate de que todos lo sepan bien.

5. Habla mal de la empresa, habla mal de tu jefe. Cuéntale a todos lo que piensas y hazlo en las redes sociales, que guardártelo puede hacerte daño y hasta sacarte una úlcera. Se lo merecen. Tampoco hables tan mal que te terminen despidiendo, ni sonso que fueras; pero sí lo suficiente para compartir tu frustración en línea. Total, para eso sirven las redes, ¿no?

6. No asistas a cursos ni vayas a los entrenamientos. Seguro ya has ido a muchos y sabes que son una pérdida de tiempo. Eso de superarse, crecer o aprender es para los que les gusta la foto que toman al final del curso, y tú ya no estás para eso.

7. Ignora los plazos que te pongan para entregar los proyectos o los encargos. Tanta tensión tampoco puedes manejar y, además, todos están también siempre tarde. Anda con calma nomás, que los plazos están hechos para ser incumplidos y en el fondo a nadie le importa.

8. Eso de agregar valor y contribuir al resultado está bien para los que quieren llenar su currículo de logros para ser más ‘empleables’. Tú lo que quieres es tener tu negocio propio y este trabajo es solo mientras juntas plata para lanzarte de emprendedor. Así que nada de esforzarte demasiado, que tú no vas a trabajar para otros mucho tiempo más.

9. Haz las cosas como las has hecho siempre. Desconfía de los cambios, de las ‘nuevas’ tendencias y, sobre todo, de la tecnología.

Que no te convenzan de que son para bien, que, la verdad, solo sirven para complicarte la vida y alejarte del ascenso, ese que ya te toca hace rato.¿Te suenan conocidas?

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