Dynacor quiere ser la mayor refinadora de oro del país
Dynacor quiere ser la mayor refinadora de oro del país
Redacción EC

Alemania, Suiza y Japón están emitiendo y vendiendo deuda larga, bonos a 10 años, a tasas de interés negativas; es decir, los inversionistas están dispuestos a pagar por tener activos financieros de estos países. 


España acaba de emitir y vender deuda a tres años a tasas negativas también. 
Mientras tanto los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU., al mismo plazo, llegaron a niveles mínimos históricos de alrededor de 1,35% al año, después del ‘brexit’.

En junio, las bajas tasas de interés, impulsaron las ventas tanto de casas nuevas como de casas usadas en EE.UU. a su mayor ritmo en casi nueve años. 

Asimismo, cifras publicadas en la semana del 20 de julio último indican que las solicitudes de subsidios por desempleo se encuentran en los niveles más bajos en los últimos 43 años. 

La tasa de interés que pagan los consumidores, en su mayor parte, está indexada a las tasas de interés de los bonos del Gobierno de EE.UU. más un ‘spread’ (diferencial) por riesgo, de tal forma que una caída de la tasa de la deuda soberana hace más barato el tomar créditos hipotecarios o vehiculares a largo plazo en dicho país, y esto es justamente lo que viene sucediendo en EE.UU. debido a la fuerte migración de capitales de Europa y Japón en busca de rendimientos positivos. 

En el corto y mediano plazo, de acuerdo con declaraciones hechas por autoridades del Banco de Inglaterra, no se descartarían nuevas bajas en las tasas de interés de este país y, aun más, nuevos estímulos cuantitativos con el objeto de tratar de revertir el parón económico ocasionado por el famoso ‘brexit’. 

La posibilidad de que el Reino Unido estimule a su economía a través de estímulos monetarios es sensata y añadiría más liquidez al mundo. Actualmente el BCE y el Banco de Japón inyectan mensualmente liquidez por este concepto montos que equivalen a US$93.300 millones y US$85.000 millones, respectivamente.

En Japón, las autoridades del gobierno anunciaron que estarían trabajando un estímulo fiscal adicional por el equivalente a cerca de US$270.000 millones, o sea casi todo el PBI peruano. 

Europa sigue atrapada en bajísimos niveles de inflación, altas tasas de desempleo y una banca problemática, tanto en economías del centro como de la periferia de este bloque de países que tienen al euro como moneda única.

¿Adónde se está yendo el dinero?
Aparte de irse a activos financieros y valores de EE.UU., claramente, como se observa en el gráfico I, el dinero está entrando fuertemente a algunos commodities.

Los precios de muchos de ellos están teniendo a lo largo de este año importantes subidas en sus cotizaciones. Debemos recordar que después del largo ciclo de caídas en sus cotizaciones, muchas minas cerraron y esto ocasionará, en el tiempo, ciertas restricciones de oferta, que ya se estarían presentando en algunos casos de los principales commodities en los que el Perú es líder en exportación. 

La bolsa peruana es una de las más rentables del mundo en lo que va de este año. 
El alza de los precios de los commodities ha traído importantes mejoras en la cotización de muchas de las monedas de los principales exportadores de materias primas, como se puede observar en el gráfico II. 

El sol es una de las monedas que menos se ha revalorizado con respecto al dólar en lo que va del año, debido, en gran parte, a la intervención en el mercado cambiario realizada por el Banco Central de Reserva, que entre mediados de junio y julio pasados compró US$2.090 millones a través del mercado profesional de cambios. 

Así, con la cantidad de estímulos monetarios vigentes y por venir, parecería que los inversionistas se seguirían yendo a activos de los EE.UU., por los amplios niveles de diferencial de tasas a favor de esta economía y a los commodities, lo que en definitiva ayudaría mucho a los principales exportadores de materias primas en el mundo, como el Perú. 

Las grandes compras de activos financieros –básicamente bonos del Gobierno– por parte de los bancos centrales también está ayudando a reducir los grandes déficit fiscales de estos países, básicamente porque los endeudamientos de los gobiernos a menores tasas, e inclusive a tasas negativas en algunos casos, estaría generando menos pagos de intereses, lo que eventualmente podría dar bolsillos a estos países a realizar más estímulos fiscales, como Japón. 

Finalmente esto se ha convertido en un círculo vicioso: los bancos centrales compran ingentes cantidades de activos financieros emitidos por los gobiernos. Estas compras hacen que las tasas que pagan los gobiernos sean cada vez más baratas o negativas y, luego, los gobiernos podrían empezar a aplicar políticas fiscales expansivas con el mismo dinero financiado en cierta forma por los bancos centrales.