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Ben Schneider

Toda organización empresarial está enfocada en crecer, lo que implica incrementar las ventas en forma saludable y sostenida. Para ello, pueden aplicarse dos estrategias: el crecimiento orgánico, vale decir a través de sus recursos y competencias; o mediante las adquisiciones de empresas afines.

Sin embargo, el crecimiento orgánico es fundamental para asegurar el futuro de la organización, ya que inclusive tras una o varias adquisiciones la organización deberá ser capaz de crecer por sus propios méritos. No existe una fórmula específica para lograr impulsar el crecimiento orgánico. Una reciente encuesta realizada por la consultora McKinsey indica que las empresas optan por distintos caminos. La encuesta se centró en investigar el uso de tres opciones que son las más utilizadas. La primera, denominada Invertir, se refiere a hacerlo en actividades que le generan alto crecimiento a la empresa en la actualidad.

La segunda, denominada Crear, se refiere a desarrollar nuevos productos y servicios, o innovar a través de nuevos modelos de negocios; y la tercera, denominada Ejecutar, se refiere a invertir en mejorar la performance de la firma, optimizando actividades distintivas como competencias en ventas, márketing, logística, etc.

El estudio arrojó que la gran mayoría de empresas persiguen solo una opción. Sin embargo, las empresas que sobresalieron en conseguir un crecimiento orgánico en forma consistente aplicaron más de una estrategia.

El mayor porcentaje de respuestas se inclinó por la opción Invertir como fuente de crecimiento en los últimos tres años, la misma que está referida a mejorar actividades que la empresa desarrolla hoy en día. Esto sugiere alertar a las compañías a pensar si esta estrategia les permitirá sostener el crecimiento en el futuro. Por ello, la encuesta preguntó cuál estrategia intensificarían durante los próximos tres años, y un poco más de la mitad de los encuestados respondió que aplicaría la estrategia Crear.

Está claro que con la evolución de los mercados, el desarrollo de la tecnología y la obsolescencia acelerada, quien no invierta en crear nuevos modelos de negocios, productos y servicios quedará rezagado. Pero igual de importante será la capacidad de ejecutar, vale decir mejorar continuamente la performance de la organización. Por ello, habrá que invertir tanto en la opción Crear como en la opción Ejecutar para consolidar las chances de maximizar el crecimiento orgánico de las ventas de la empresa y mantenerlas en el tiempo.

La investigación profundizó más aún para descubrir cuáles serían las competencias requeridas para lograr destacar en el crecimiento orgánico en la era digital, y las dos competencias más reconocidas en las tres estrategias planteadas (Invertir, Crear y Ejecutar) fueron el desarrollo de marcas y el consolidar una sólida cultura organizacional. Se debe también destacar la importancia de conseguir competencias en el campo del ‘data analytics’ como condición para desarrollarse en la era digital.

Definir estrategias claras para consolidar un buen crecimiento orgánico en una era de hipercompetencia es el foco central que debe preocupar a toda organización que desea asegurar su futuro.

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