(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)

Mientras la tecnología y velocidad de los vehículos mejora, en el Perú seguimos con carreteras de los años 50. Incluso en varios tramos de las nacionales tenemos una sola vía de dos sentidos en lugar de dos vías claramente separadas. 

Aún tenemos muchas curvas pronunciadas y ciegas sin el radio y peralte adecuados y una importante escasez de guardavías, entre otras anomalías. Y es que, en parte, esto se debe a que el sistema de inversión pública (hoy Invierte.pe) no ha incorporado aún dentro de los beneficios sociales el ahorro que se produce por la menor ocurrencia de accidentes cuando se mejoran las condiciones de seguridad de las carreteras. 

Esto es fundamental pues, aunque el tráfico en una vía no justifique la inversión, el valor económico de las vidas perdidas y las lesiones permanentes que podrían evitarse justificarían las mejoras en dicha carretera por su importante retorno social.

Debemos pasar de una carretera nacional sin separación de las vías en sentidos contrarios a una separada por algún elemento apropiado. Así, no se hubiera generado una desgracia como la del serpentín de ocurrida la semana pasada. 

Es claro que esto requerirá un mayor costo de inversión y de mantenimiento, pero resultará en una menor ocurrencia de accidentes. Por eso es responsabilidad del incluir como parte de los beneficios sociales la valoración de la vida y, con ello, asignar financiamiento para las obras de seguridad vial.

Ositrán, por su lado, tiene un papel importante. Como supervisor de las carreteras concesionadas, debe detectar problemas y vacíos relacionados con la seguridad vial en los contratos y sugerir al Ministerio de Transportes y Comunicaciones () que los evalúe y, si es el caso, los modifique. 

Lo mismo debe hacer para las concesiones que vengan. Debemos recordar que finalmente es responsabilidad del MTC, tanto para las vías concesionadas como para las no concesionadas, el diseño de las mismas y su seguridad.

Pero además el MTC debe promover otras infraestructuras alternativas para el transporte de pasajeros como las vías férreas que son mucho más seguras y descontaminantes. Felizmente, ya se viene trabajando el proyecto del tren de cercanías entre Barranca y Chincha y se piensa implementar lo mismo para otras zonas.

Además, en vías acuáticas, ya se concesionó la hidrovía amazónica que mejorará las condiciones de navegabilidad de los ríos de la Amazonía peruana para el transporte de carga y pasajeros y se están definiendo las condiciones para el cabotaje marítimo a fin de unir ciudades costeras.

Estamos de nuevo en alerta frente a una provisión inadecuada de los servicios públicos a raíz de un accidente. Mientras las autoridades y los más pudientes viajamos en avión o auto, usamos colegios y clínicas privadas, las personas de menores ingresos siguen utilizando servicios públicos de mala calidad. El MTC ha reaccionado cuando sucedió la desgracia. Haremos seguimiento al tema.

Lea más noticias de Economía en...