Clinton ganó los tres debates para los lectores de El Comercio
Clinton ganó los tres debates para los lectores de El Comercio
Redacción EC

Por: Diego Marrero, gerente de Inversiones de AFP Habitat

Recientemente, el ‘brexit’ dejó como lección para los inversionistas que la subestimación de resultados poco probables, pero con un gran impacto negativo, puede ser peligrosa.

Ya estamos casi cerrando el año y estamos próximos a enfrentar el desenlace de uno de los principales eventos de riesgo identificados desde comienzos del 2016: las elecciones en EE.UU. Luego de los resultados de las últimas encuestas electorales y de los debates, ya se va consolidando la posibilidad de que Hillary Clinton sea la vencedora.

Sin embargo, podría ocurrir una sorpresa y, dadas las implicancias políticas, económicas y financieras negativas que podrían acarrear una victoria de Donald Trump, podríamos esperar cierto nerviosismo en los mercados financieros ante la posibilidad de ver un ‘cisne negro’.

En el caso de una victoria de Clinton, los mercados financieros podrían experimentar una moderada subida en el corto plazo, principalmente porque se habría disipado por completo el riesgo de una victoria de Trump.

Sin embargo, la dinámica económica de EE.UU. no debería sufrir mayores cambios, sería más o menos continuar con el statu quo. Por otro lado, una victoria de Clinton, sin un control sobre las dos cámaras del Congreso, lo cual podríamos considerar como un escenario base, le generaría muchas complicaciones para poder realizar las reformas planteadas en su plan de gobierno.

La imposibilidad de aplicar políticas económicas expansivas vía incremento del gasto público en infraestructura, con el limitado espacio fiscal que tiene la economía, chocaría con una oposición republicana, con la que tendría que negociar una reducción de impuestos o un incremento en el gasto en defensa. 

En el escenario en que se dé una victoria de Trump, las perspectivas son completamente distintas. En primer lugar, está el impacto en la política comercial, que es donde su retórica ha sido más dura. Se podría esperar renegociación de tratados comerciales, lo cual tendría un impacto en los aranceles y en los tipos de cambio. Ello tendría un efecto inflacionario y un impacto en el crecimiento económico de muchos de los socios comerciales de EE.UU.

Los mercados emergentes serían los más impactados, con China y México como los más afectados. Por otro lado, su posición en cuanto a la política monetaria de la FED genera muchas dudas. Trump ha criticado el liderazgo de Janet Yellen, aduciendo una politización, lo que plantea la pregunta  de si ante un gobierno republicano se mantendrá la independencia del banco central.

Adicionalmente, está el impacto geopolítico, en donde preocupa la posición confrontacional de Trump y su disposición para resolver conflictos. En general, este escenario afectaría la percepción de la economía global a largo plazo, inclusive con la posibilidad de que EE.UU. vuelva a entrar en una recesión.

En este escenario, los sectores más beneficiados serían el oro, lo que reflejaría incertidumbre de los inversores; el sector defensa y armamento; y la banca, debido a la tendencia de los republicanos a relajar la presión regulatoria en esta industria. 

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