China volvió a devaluar el yuan y trata de calmar al mercado
China volvió a devaluar el yuan y trata de calmar al mercado
Redacción EC

No recuerdo un inicio de año con caídas de precios de los instrumentos de inversión riesgosos (materias primas, monedas, acciones y bonos) tan violento como estas tres primeras semanas del 2016.  Esta situación, caracterizada por la venta masiva en los globales, es solo comparable con los peores episodios de las crisis financieras de los últimos 50 años. 

Una mirada más profunda muestra una creciente “aversión al riesgo”, especialmente contra los mercados emergentes, lo que nos hace recordar la crisis asiática y rusa de 1997-1998, la misma que produjo pérdidas cuantiosas y un ajuste tremendo en las economías emergentes, incluido el Perú. 

¿Dónde está el origen de estas caídas? ¿Qué mecanismos de transmisión existen? ¿Cuán largo y extenso puede ser el daño? ¿Cómo nos afectará? Preguntas todas con respuestas complejas pero con una tendencia clara: los ajustes de carteras de inversión y de los balances de las empresas continuarán, por lo que lo peor de la crisis estaría recién por llegar.

Nadie sabe cuánto y cuándo. Sin embargo, inversionistas como George Soros creen que estos episodios son una señal de que el “dragón” chino ya ha iniciado un aterrizaje violento, que su crecimiento real está muy por debajo de la cifra oficial actual de 6,8% -en realidad, podría estar más cerca al 3,5%-, y que, por ello, sus fondos ya están invertidos apostando en contra de y de los mercados emergentes.

Claramente la virulencia del impacto de la corrección en los precios de las acciones chinas y de Hong Kong (con caídas bursátiles acumuladas en lo que va del año de alrededor del 20%) y las crecientes especulaciones en contra de la divisa china han hecho que muchos se pregunten cuánto y cuándo devaluará China su moneda: algunos creen que podría ser un 10% este 2016 y otro tanto en el 2017.

En caso estas perspectivas se confirmen, el “efecto dragón” no dejaría mucho espacio para rebotes importantes en economías como la peruana y podría tener un impacto en los mercados emergentes similar a un huracán grado 5. Esperemos que este no sea el caso, pero estas sospechas marcarán la evolución de los mercados financieros en los próximos dos años.

Los otros elementos claves detrás del telón de estas correcciones son un creciente incremento de la volatilidad y las abruptas caídas de la liquidez en los mercados de activos riesgosos. Ambos factores no solo crean fuertes cambios de sentimiento en los mercados, sino que la incertidumbre se puede propagar a la velocidad electrónica de los sistemas digitales que se usan en las transacciones, dejando ciertos mercados con fuertes caídas en liquidez y, por tanto, en precios. Luego de las “extraordinarias” expansiones cuantitativas de los bancos centrales (primero en EE.UU. y luego en Japón y Europa), que inyectaron una gigantesca bola de nieve de liquidez para cazar retornos de manera masiva entre los mercados emergentes, ahora ha llegado la hora del cuestionamiento. De los otrora BRIC, Brasil y Rusia están atravesando fuertes recesiones, China es duramente cuestionada y solo India parece que tiene buenos fundamentos. 

Es hora de “ajustar cinturones”, proteger el cash y empezar a buscar oportunidades de valor fundamental para aprovechar “gangas” a fin de ganar a mediano y largo plazos.