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Inés Temple

Como a muchas otras, más de una vez me han llamado audaz en los. Sin embargo, en mi fuero interno recuerdo bien las veces que necesité un empujón de un mentor o familiar para aceptar un reto que no me creía capaz de asumir y cumplir con éxito. 

Hace poco escuché la presentación de un estudio mundial de LHH DBM que explora cómo las organizaciones pueden lograr un progreso real de más mujeres hacia posiciones de liderazgo. Fueron casi 2.000 personas de EE.UU., Europa y Latinoamérica las que participaron en el estudio, incluyendo cientos en el Perú.



La presentadora mencionó también un estudio de HP del 2014 que señala que los hombres típicamente aplican a un trabajo si califican al 60% de los requerimientos planteados y ¡las mujeres lo hacemos solo si calificamos al 100% de los mismos! No soy yo la única que alguna vez dudó de sus propias competencias, me dije, y me sentí aliviada.

Luego, profundizando en las maneras de apoyar a más mujeres que, frente a un reto mayor o un emprendimiento nuevo podrían dudar de sus capacidades, encontré información valiosa que aquí comparto.El estudio menciona que algunas mujeres podemos tener la tendencia a pensar de manera negativa frente a nuevos retos y es vital que dejemos de hacerlo.

Frases como estas son comunes en el estudio: “No creía que podía tener posibilidades al postular a ese trabajo”, “me cuestiono a mí misma constantemente”, “no me dan crédito por mis ideas”, “no estoy lista para esa posición”, “no sé lo suficiente del tema como para contribuir en la reunión”, “no quiero decir algo que suene tonto”.

Por otro lado, el estudio recoge también los comportamientos y creencias de mujeres que sobresalen y se reconocen como exitosas, y recalca que ellas muestran un alto grado de confianza en sí mismas. Ellas están convencidas de que no hay barreras para sus logros, abogan por sí mismas, trabajan en funciones o proyectos estratégicos para adquirir mayor experiencia y asumen riesgos para aprender nuevas habilidades.

Sabemos lo vital que es fomentar el liderazgo de más mujeres a todo nivel en las organizaciones y por muchas razones. Y eso, lo enfatiza el estudio, se logra gracias a líderes muy comprometidos con la diversidad e la inclusión de género.

Que promueven el acceso equitativo a hombres y mujeres a tareas y proyectos relevantes y estratégicos que dan importancia y notoriedad a las mujeres ante los líderes principales y decisores. Les dan coaching y mentoring.

Estos líderes se cuestionan a sí mismos sobre sesgos inconscientes de género y también sobre las percepciones negativas o dudas que las mujeres puedan tener de sí mismas.

Y toman acción sobre la igualdad salarial y desarrollan habilidades en los líderes de todo nivel para manejar personal diverso. Ciertamente a veces las mujeres podemos tener momentos de duda, pero luego, sacamos la garra y ¡no nos para nadie!