Portugal, vigente campeona de Europa confía en llegar los más lejos posible en esta Copa del Mundo. (Foto: AFP)
Portugal, vigente campeona de Europa confía en llegar los más lejos posible en esta Copa del Mundo. (Foto: AFP)
Carlos Ganoza

Los ocho países con el mejor desempeño histórico en los son también los que tienen las ocho ligas más competitivas del mundo, según un análisis estadístico de la publicación Bleacher Report. La relación no debe sorprender a nadie. La competencia eleva el nivel de todos los atletas.

Durante muchos años las ligas europeas tenían un límite para la cantidad de jugadores extranjeros por equipo, con el pretexto de proteger a los jugadores locales de la competencia. Eso cambió con una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que en 1995 declaró ilegales los cupos para extranjeros en las ligas de países de la Unión Europea.

Muchos comentaristas, técnicos, dirigentes y jugadores se opusieron. Temían que al inundar sus ligas con extranjeros los locales perderían tiempo de juego y el desempeño de las selecciones nacionales no sería el óptimo. La Premier League inglesa pasó de tener solo nueve jugadores extranjeros en 1993 a más de 290 en el 2013.

Dos de cada tres jugadores en la Premier League son extranjeros. Algo similar, aunque en menores proporciones, ocurrió en España, Italia, Francia, Alemania y el resto de países europeos con ligas importantes. Sin embargo, contrariamente a las predicciones fatalistas, el desempeño de esos países en torneos internacionales no ha sufrido impactos negativos.

Cuatro de los últimos cinco campeones del mundo han sido países europeos cuyas ligas están entre las que más extranjeros recibieron después de la sentencia de 1995. De los cuatro finalistas en esas Copas, 65% han sido europeos, muy similar al 75% de los cinco torneos anteriores. Francia y España, dos de los países donde más temores hubo por la importación masiva de jugadores extranjeros, lograron un título por primera vez en su historia.

La mayor competencia elevó el nivel de los jugadores locales.
Esa lección no ha sido transmitida a otros mercados laborales. En el Perú la contratación de extranjeros es altamente regulada. Solo el 20% del personal total de una compañía puede ser extranjero y su remuneración no debe superar el 30% de la planilla total.

Hacer excepciones requiere justificar frente al Ministerio de Trabajo que se trata de personal muy especializado o de dirección de una nueva actividad empresarial, con la consecuente incertidumbre sobre si el funcionario estará de acuerdo con la explicación.

Así no veo cómo vamos a desarrollar talento para competir en industrias nuevas.

Blockchain, Internet de las cosas, impresión 3D, biotecnología, son algunas de las tecnologías que están revolucionando el mundo y en las que nuevos entrantes pueden desarrollar aplicaciones y modelos de negocio con crecimiento exponencial.

Esto puede ser una gran oportunidad para países como el Perú, que pueden saltarse etapas (el fenómeno de ‘leapfrogging’) y entrar a competir con países desarrollados.

Pero hoy es casi imposible encontrar en el país profesionales con experiencia en ese tipo de tecnologías avanzadas, y la regulación hace que importarlos sea muy complicado. Desarrollar ese tipo de talento requiere crear una comunidad con expertos extranjeros, que formen gente y eleven el nivel profesional en sus disciplinas.

Pero la regulación laboral en el Perú no está pensada para los retos del siglo XXI. Así seguiremos estancados en las ligas mundiales de la competitividad y el desarrollo.

Por transparencia declaro que dirijo una empresa de tecnología que contrata trabajadores extranjeros.